En el Game 1 de las Finales, se anotaron 204 puntos, se lanzaron 64 triples y las defensas permitieron una buena ración de mates. Tan dispuesta estaba la plantilla de los Cavaliers a evitar tiros cómodos de su rival desde el perímetro, que durante momentos fueron las internadas de estos las que hicieron más daño a su sistema.
En el entrenamiento del sábado, a J.R. Smith, uno de los más comprometidos con la defensa, fue preguntado por una posible reacción en el segundo choque, que tendrá lugar esta noche. Una reacción en clave física.
«¿Ensuciando el partido?, responde J.R. y publica el medio Slam. «Yo no sé nada sobre hacer eso. Son ellos los que tienen un jugador que sigue dando patadas en tus partes. Pero nosotros no ensuciaremos el partido. Simplemente seremos físicos. A algunos no les gusta la intensidad, eso es lo que pasa. Jugaremos el partido a nuestra manera, que es la que nos ha dado tantos éxitos hasta ahora», sentencia el escolta.
El fantasma del pasado
No hace falta que digamos el nombre que esquiva pronunciar Smith para que todos sepamos el dorsal señalado. Draymond Green fue suspendido en el quinto partido de las pasadas Finales ante los propios Cavs después de un altercado con LeBron James.
Previamente, durante la temporada regular, había tenido más de una polémica (repetida este curso) respecto a una respuesta física que el jugador define como instintiva. Levantar su pierna más de la cuenta en situaciones de riesgo (tras intento de mate, entrando a canasta, disputas cuerpo a tierra...) y que llevó a más de un rival a jugarse perder el carné de padre.
Y Smith, por si acaso, por si le faltaba sal y pimienta al evento, lo recuerda.