Jalen Brunson: «No soy el salvador de los Knicks»

Sobre las 11:00 AM de Nueva York arrancaba el Media Day de los Knicks para presentar la nueva temporada 2022-23. Muchas caras conocidas, algunas nuevas como Brunson, Hartenstein o los novatos del Draft 2022, y sobre todo mucha ilusión en esta nueva andadura del equipo comandado por Tom Thibodeau.

Los focos allí presentes se centraron en un primer instante en el gran fichaje del verano: Jalen Brunson. El que fuera antiguo miembro de los Mavs habló sobre el supuesto tampering en su llegada, lo que supone jugar para el equipo de su infancia, o lo que esperan de él en la Gran Manzana, que será mucho.

«Esta simplemente ha sido una oportunidad que podía dejar escapar», admitió Jalen Brunson sobre su fichaje por los Knicks.

La oportunidad era real, y cuando se puso a tiro, Leon Rose la ejecutó. Su llegada supone convertirse en el base titular del equipo de su infancia, ponerse a las órdenes de su padre Rick, antiguo jugador de los Knicks y nuevo asistente de Thibs; y por supuesto de jugar a las órdenes de éste y también al lado de Derrick Rose, el MVP más joven de la historia.

A ambos les conoce muy bien. Su padre Rick también fue asistente de Thibs en Chicago cuando por allá reinaba Derrick Rose en su prime time. «Es algo que solo se ve en las películas y cosas así, pero estoy muy emocionado de poder tenerle en el banquillo», reconoció.

La presión es real. Su fichaje supone el contrato más alto de la historia de los Knicks para un jugador seleccionado en la segunda ronda del Draft y que ni siquiera ha sido All-Star. Será para los próximos 4 años y alrededor de los 104 millones de dólares. Tras los sonoros fiascos de las últimas dos décadas en el puesto de playmaker, su presencia supone todo un reto para la franquicia por su fuerte apuesta económica y, sobre todo, para los aficionados, los cuales insistimos, le van a reclamar desde el primer día.

«Creo que ya lo dije hace algún tiempo. No soy el salvador de este equipo. Solo quiero ayudar a contribuir, a tratar de ayudarles a ganar los partidos», destacó Brunson.

En las primeras imágenes con su nuevo uniforme se le pudo ver en sintonía con las otras estrellas del equipo, tales como Julius Randle y R.J. Barrett. «Lefties», tituló la franquicia neoyorquina. Este trío de jugadores está llamado a comandar el nuevo proyecto de Leon Rose, e intentar otra vez el asalto a los playoffs después de fracasar el curso pasado.

«Creo que todo será mucho más fácil para mí», admitió Julius Randle con la llegada de Brunson. «Cuando tienes que crear mucho juego con el balón en tus manos, a veces es complicado, porque la defensa se centra todo el rato en ti», explicó.

«Así que para mí, ser capaz de conseguir hacer otras cosas, tales como jugar al pick and roll, realizar cortes, coger el rebote ofensivo y cosas así… Solo creo que me lo pondrá más fácil, y también podré ayudar mucho más al resto de mis compañeros», agregó.

Recordemos que Randle llega de una temporada complicada. Altas expectativas, mucha presión por su parte y por la de sus seguidores, y todo esto terminó explotando. Plantones a la prensa, peineta a la afición, e incluso cierto acoso su familia. Y no lo llevó muy bien aquello; sin embargo, es un nuevo comienzo para Randle y para los Knicks que avistan un futuro bastante prometedor.

«Cuando las cosas van bien, es fácil ser un líder. Pero cuando no van tan bien, ya pasas a la adversidad, que creo que es mucho más importante. Del año pasado he aprendido muchísimo», dijo Randle.

‘Skinny’ Rose

Una de las cosas que más ha llamado la atención en este Media Day es el gran aspecto que luce Derrick Rose. El veterano base ha trabajado a conciencia para llegar en plena forma, y es que, según sus propias palabras, está en un peso que ni siquiera tenía en su temporada de rookie.

De las 214 libras del año pasado a las 193 de éste. Lo que supone alrededor de unos 11 kilogramos menos. ¿Quién es el culpable? Tom Thibodeau. Le machacó a correos y mensajes para que no dejara de trabajar. Le necesitan, y Rose no ha faltado a su palabra.

«Cuando dejé de jugar el 16 de diciembre estaba en unas 214 libras (alrededor de los 97 kilogramos). Pero estoy muy bien. Me encuentro muy bien. Y voy a presumir de ello», señaló Rose.

Rose, satisfecho con su rol en Nueva York, está llamado a ser el sexto hombre de la rotación, y principal referencia ofensiva cuando el juego de los Knicks no encuentre solución. Está recuperado y tiene ganas de demostrarlo. Y como decíamos también se marca como objetivo regresar a las eliminatorias por el título, la última presencia con una barrida monumental contra Atlanta Hawks por 4-1.

(Fotografía de portada: Elsa/Getty Images)


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.