Los Boston Celtics superaron este domingo a los Miami Heat de manera amplia en la segunda mitad. 71-51 para ser exactos. Aún así, el resultado final devolvió una de arena para los de Brad Stevens.
La explicación a esta derrota hay que buscarla en el marcador al descanso: 79-53. Un tanteo tan desequilibrado como la regularidad del Orgullo Verde a lo largo del curso. Remar para morir en la orilla, intercalando semanas de muy buen baloncesto con otras para olvidar. Sí, las ausencias han afectado a la plantilla pero este escenario no explica ni justifica la totalidad de lo ocurrido.
Tras la derrota ante los de South Beach, un frustrado Jayson Tatum compartió su postura respecto al rumbo del equipo. Para el alero, todo parte de la dificultad para conectar como equipo y mantener un equilibrio en su juego durante los 48 minutos. Es decir, intensidad y química, reducidas respecto al nivel de otros años.
«No creo que seamos lo suficientemente buenos. No estamos jugando bien. No somos lo suficientemente buenos como para poder conectar», admitió Tatum al medio NESN. «Otros partidos hemos hecho lo mismo en la segunda mitad y hemos podido ganar. Hoy nos metimos en un hoyo demasiado profundo. Siempre hemos tenido una oportunidad. Pero podemos hacerlo mejor, especialmente en el inicio de los partidos. Ser más duros y jugar más rápido. Tenemos que empezar de la misma manera en la que lo hacemos en la segunda mitad.»
Tatum fue uno de los jugadores más regulares del partido gracias a sus 29 puntos, teniendo a su lado a Evan Fournier (30 puntos) como revulsivo. Sin embargo, la heroicidad de la dupla se topó ante unos Heat más preparados para frenar este tipo de rebeliones. La gesta promovida ante San Antonio no pudo repetirse esta vez.
Esta derrota sitúa a los Celtics en la séptima posición de la Conferencia Este, a dos partidos de los propios Heat, asentados en sexta posición, la cual marca el corte superior con el play-in. Ambos volverán a medirse este martes, en un encuentro en el que Boston tendrá que limpiar su imagen si no quiere cosechar otra derrota que, más adelante, pueda convertirse en una importante decepción.
(Fotografía de portada de Maddie Meyer/Getty Images)