Despierta cada mañana, focaliza tu atención y sigue avanzando. Estas son las tres premisas utilizadas diariamente por Jonathan Isaac para enfrentar el que posiblemente sea el momento más importante de su incipiente carrera a sus 23 años recién cumplidos.
Sin descanso, seis días a la semana, de lunes a sábado, visita las instalaciones de entrenamiento de los Magic para trabajar en la rehabilitación de su rodilla izquierda. «Esto es todo lo que tengo que hacer por ahora. Pero llegará el momento en el que pueda volver a jugar», señaló el joven jugador en una reciente entrevista para The Athletic.
La mala fortuna se ha cebado con Jonathan Isaac en sus primeros años en la NBA. En su segundo partido oficial tras volver de la lesión en la rodilla izquierda que ya había padecido en enero, el alero de los Magic sufrió un desgarro en el ligamento cruzado anterior de la misma rodilla en un duelo contra Sacramento. Esta lesión, una de las más delicadas para un jugador, volverá a alejarle de las pistas durante muchos meses. El propio Jeff Weltman, presidente de la franquicia, declaró que «no esperan contar con él durante el curso 2020-21.»
«Todavía tengo esperanza. Todavía tengo un propósito. Todavía tengo un trabajo al que voy y del que me ocupo», prosiguió el antiguo alumno de Florida State. «Definitivamente ha sido mi fe la que me ha animado y me ha mantenido en marcha, así como las personas que me rodean y me mantienen en alto. Está siendo rápido. No tengo ninguna queja con el proceso de rehabilitación. Siento que hasta ahora ha ido bien. No me he rendido. Me lo estoy tomando con calma y sigo adelante. Esto es parte del viaje.»
La última vez que los aficionados de los Magic vieron en acción a Isaac fue durante aquella retransmisión televisiva en la burbuja de Disney World contra los Kings. El jugador abandonó la cancha en una silla de ruedas, con su rostro entre las manos, ahogando las lágrimas. Posteriormente, muchas voces cuestionaron sobre si fue un error permitir el regreso del jugador siete meses después de su lesión, tras tanto tiempo alejado de la competición y sin mucho en juego para su equipo. El propio Isaac ha reconocido que «no se arrepiente» de haber jugado y que estaba listo para competir.
«No creo que regresara demasiado pronto. Realmente estaba listo para jugar. No tenía ninguna duda sobre la situación en la que me encontraba. Puedes ver los vídeos. Estaba bien. Estaba en muy buena forma. Estaba saltando lo más alto que he podido hasta ese momento en mi carrera. Así que no me arrepiento de haber regresado ni del momento en el que lo hice. Confié en el cuerpo técnico y tomamos una decisión. Fue mi decisión y la seguí. Y me alegro de haberlo hecho.»
Además, el número seis del draft de 2017 aprovechó la entrevista para aclarar su controvertida decisión de no arrodillarse en la burbuja durante el himno de los Estados Unidos, una acción que sí realizaron sus compañeros. Además de quedarse de pie, Isaac se negó a usar la camiseta Black Lives Matter que usaron los demás jugadores de la NBA. En ese momento, algunos espectadores interpretaron la postura del jugador como una protesta contra el movimiento Black Lives Matter. El alero se defendió afirmando que estaba tratando de promover sus creencias cristianas y ofrecerlas como una solución a la injusticia racial, sin buscar denigrar la iniciativa.
«Todo el mundo estaba interesado por proponer soluciones. La gente se arrodillaba y vestía la camiseta. Y lo respeto completamente. Yo lo hice a mi manera. Sé de primera mano lo que es someterse a Dios porque lo he hecho yo mismo. Sé lo que es que los corazones cambien porque lo veo todos los días. Conozco el poder de Dios. Así que dije: ‘Respeto tu respuesta, pero yo estoy dando la mía. Puedes respetarla, decir que es la correcta o no. Pero soy libre de decirlo’.»
Ahora, Isaac sabe que se avecinan meses difíciles pero afronta con optimismo el proceso. «Durante el poco tiempo que estuve en la burbuja estaba jugando mi mejor baloncesto. Hay cosas que estoy descubriendo de este proceso que no conocía antes. Sé que volveré a la cancha y seré mejor de lo que era.»
(Fotografía de portada de Chris Graythen/Getty Images)