Kobe Bryant se ha levantado generoso esta semana. De palabras al menos. Por él, la contienda de si el MVP se debería entregar a Westbrook o a Harden —ni rastro de Kawhi— debería resolverse con justicia salomónica; sin llegar a dividirlo por la mitad, lo compartiría entre ambas estrellas.
Un «juez« incansable
Junto al debate del MVP, la otra polémica del momento es la de los descansos. Descansos sí, descansos no. Con media liga habiéndose pronunciado ya, le ha llegado el turno a la ex estrella de los Lakers. Y el suyo es un punto de vista particularmente interesante porque precisamente La Mamba no era uno de esos jugadores dados a tomarse un sólo break. Más bien al contrario. Intransigente con su salud, sádico con sus músculos, Bryant no les daba (ni se daba) un respiro a sí mismo.
En sus 19 temporadas en la NBA —exceptuandolockouts— no jugó ni una de ellas menos de 65 partidos hasta que llegó el curso 2013, y la edad y las lesiones no tuvieron más tregua con él. Por eso resulta muy pertinente leer su visión del asunto.
«A mí nunca se me acercó un entrenador a preguntarme si quería descansar», ha dicho Kobe para ESPN antes que nada. Lógico, para que preguntar algo cuando se conocía la respuesta. Probablemente la contestación hubiesen sido un resoplido y un par de ojos en blanco. Kobe no descansaba.
Adaptación al medio: Jordan style
Además, el escolta tenía su propia estratagema para no perder demasiada eficacia, sobre todo en los picos más álgidos y exigentes de la temporada. Algo que había aprendido de su máximo referente, Michael Jordan. His Royal Airness, cuando el calendario le deparaba backs-to-backs y series de cuatro partidos en cinco noches, amoldaba su juego. Se desplazaba desde perímetro al poste, donde la exigencia explosiva era menor, en aras de reservar fuerzas para posteriores encuentros. Dosificación.
LeBron, sobreexigido
No obstante, en el caso de LeBron James, (32 años, 2º mayor promedio de minutos de la temporada —37,5 por los 37,7 de Lowry—, y 67 de 73 partidos posibles disputados), Bryant opina que se merece un descanso. «»LeBron ha hecho mucho por el juego. Se ha ganado la oportunidad de descansar». Y precisamente Kobe, condescendencia a la hora de exigir a los jugadores, ninguna.
LeBron, efectivamente, se lo merece; por su bien, por el de los Cavs, y por la salud liguera en general.