Los Philadelphia 76ers se han rehecho de su tropiezo ante Chicago con una victoria de mucho peso. El cuadro de Nick Nurse ha reivindicado sus opciones de aspirar a todo con un triunfo por 127-113 ante el líder de la Conferencia Oeste, unos Timberwolves que venían de ganar nueve de sus últimos diez encuentros pero que no pudieron contener a los de Pensilvania en una noche sensacional de sus dos estrellas. Y sobre todo, de su gran superestrella, que parecía estar esperando la llegada de una cita grande para reivindicarse.
Tras muchas bromas en redes sociales acerca de cómo era posible que los 76ers solo jugaran contra Wizards, Hornets o Pistons, Joel Embiid ha respondido firmando su mejor actuación del año ante el que, hasta esta madrugada, era el mejor equipo de la NBA. Y de hecho la que, también tras el duelo, sigue siendo la mejor defensa, algo que el camerunés puso en duda con 51 puntos y una eficiencia descomunal (68% de acierto en tiros de campo), evidenciando que también está capacitado para rendir al más alto nivel ante los mejores.
La presencia de Rudy Gobert no pareció ser un verdadero inconveniente para el pívot, muy eficaz en la pintura pero sobre todo en el tiro de media distancia, desde donde estuvo sensacional para desesperación de los visitantes. Su precisión desde los 4-5 metros fue absolutamente letal, algo que se aplicó también a sus 18 viajes a la línea de tiros libres, desde la que solo erró uno de sus intentos para hacer de su capacidad de sacar faltas un seguro de puntos. Con 19 de sus tantos en el tercer cuarto, fue entonces cuando comenzó a allanar el camino hacia el triunfo, que se vio certificado cuando Tyrese Maxey se le unió durante el último parcial.
Ambos se combinaron para un total de 27 puntos en los últimos 12 minutos, más de los que anotaron los Timberwolves al completo en este tramo del choque. Maxey, escudero ideal a lo largo de la noche con 35 tantos, comenzó a abrir la diferencia en con sus triples y su agresividad atacando el aro, y cuando Joel volvió a pista asumió toda la carga ofensiva para, anotando todos sus tiros durante el cuarto, sentenciar el choque. Los locales lograron que la diferencia fuese de dos dígitos duranta casi la totalidad del cuarto parcial, asegurándose un triunfo plácido con el que mantenerse a la estela de Boston y Milwaukee.
Anthony Edwards y Karl-Anthony Towns, con 27 y 23 puntos respectivamente, lograron aguantar el envite de los 76ers durante muchos minutos, pero precisamente con la llegada del último periodo su acierto se fue disolviendo hasta que la diferencia evidenció que el triunfo no iba a volar con ellos a Mineápolis. Jaden McDanields, autor de 21 tantos, también destacó ejerciendo de tercera espada, pero la contribución del resto de hombres fue más bien escasa.
(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)