Tras suspender a Draymond Green durante cinco partidos por su agresión a Gobert, la NBA pensó que la sanción había sido ejemplarizante. Pero al parecer, no lo suficiente. El de los Warriors volvió a las andadas propinando un golpe en la cara a Jusuf Nurkic en el choque ante los Suns, obligando a la liga a tomar medidas extremas ante sus continuos comportamientos antideportivos.
La NBA ha anunciado que Green ha sido suspendido ahora de forma indefinida, considerando que era lo necesario dado su amplio historial de situaciones violentas. Según el comunicado oficial, el jugador tendrá que cumplir una serie de condiciones antes de poder volver a jugar, algo similar a lo que los Nets hicieron, aunque por razones diferentes, con Kyrie Irving cuando compartió en sus redes sociales una película de carácter antisemita, o a lo que ocurrió con Ja Morant este mismo año.
Esta sanción provocará a Draymond pérdidas económicas de 154.000 dólares por cada partido que se pierda, y si llega a seguir al margen durante más de 20 encuentros, la cifra aumentará a los 203.000 dólares. Dado que no está claro cuáles son las condiciones que debe cumplir, es difícil poner una fecha aproximada a su regreso, pero parece lógico suponer que esta suspensión superará en duración a la última y que los de Kerr tendrán que pasar un largo periodo sin su ala-pívot.
A nivel interno, Mike Dunleavy Jr., general manager de los Warriors, se reunirá mañana con Rich Paul, agente de Green para tratar la situación. Así lo ha asegurado el periodista de ESPN Adrian Wojnarowski, que afirma que ambos hablarán acerca de cómo ofrecer consejo y ayuda al jugador a partir de ahora.
«Le necesitamos. Necesitamos a Draymond» aseguró Steve Kerr tras el duelo ante los Suns. «Hemos hablado con él. Sé que va a encontrar la forma de mantener la compostura y estar en la pista con sus compañeros».
Como curiosidad, esta sanción podría dejar a Draymond fuera del choque entre Warriors y Wizards del próximo 22 de diciembre, en el que los de San Francisco se reencontrarán con Jordan Poole por primera vez desde su traspaso a Washington durante el verano.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)