Los Phoenix Suns no tuvieron piedad alguna de los Lakers en la visita de los californianos al Footprint Center. El cuadro de Arizona arrasó a los de Frank Vogel por 140-111 en un partido que prácticamente nunca estuvo parejo, pues los locales se despegaron en los primeros minutos y no volvió a verse un ápice de igualdad sobre el parqué. De esta forma, los de Monty Williams arruinaron la que fue una noche histórica para LeBron James, que, al margen del resultado, logró alcanzar un hito sin precedentes en la historia de la NBA.
Fundador de un nuevo club
El alero de Akron, que terminó el partido con 31 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias, logró gracias a esta última cifra alcanzar las 10.000 en su carrera. De esta forma, se ha convertido en el primer jugador en la historia en sumar 30.000 puntos, 10.000 rebotes y 10.000 asistencias, dando prueba de su polivalencia y de su longevidad fundando un club del que parece que será el único miembro durante bastante tiempo.
Prueba de la complejidad de esta hazaña es el hecho de que ningún otro jugador haya llegado siquiera a acercarse a tal logro. Sin ir más lejos, el único jugador además de LeBron en superar los 25.000+7.500+7.500 es Oscar Robertson, quien sin embargo no alcanza a James en ninguna de las tres facetas. En concreto, el de los Lakers suma ahora mismo 36.824 puntos, 10.150 rebotes y 10.004 asistencias, quedándose absolutamente solo en lo alto de la tabla.
«Me quedo sin palabras cada vez que me ocurre algo de esto» aseguró LeBron. «Automáticamente me pongo a pensar en mi ciudad natal y en el camino que he recorrido, en cómo soñaba con poder ser parte de esta liga y ahora estoy marcando registros estadísticos en solitario. He tratado de pulir mi baloncesto para ser capaz de anotar, asistir y rebotear, y haber alcanzado estas cifras es algo que no tiene sentido para mí».
Booker arruina el hito
Devin Booker, no obstante, no parece entender de celebraciones ni ceremonias, y con 30 tantos y 10 asistencias capitaneó a unos Suns que pasaron por encima de los angelinos. La diferencia entre ambos equipos en el primer cuarto fue descomunal, con Phoenix aprovechando cada centímetro cedido por unos Lakers completamente desubicados y a verlas venir. Con un parcial de 48-22 en los primeros 12 minutos, la diferencia actual entre ambos equipos quedó perfectamente reflejada, pero este arranque no fue sino el inicio de un paseo militar en el que los locales llegarían a ganar por hasta 35 puntos.
DeAndre Ayton, con 23 tantos en un 78,6% de acierto y 16 rebotes, fue también una pesadilla para los Lakers, en su caso en la pintura, mientras que Mikal Bridges terminó tercero en anotación con 18. Monty Williams aprovechó la holgada diferencia para hacer descansar a sus hombres más importantes y dar minutos a los menos habituales, de modo que todos los integrantes de la plantilla contaron con al menos 7 minutos sobre la pista y solo Booker superó los 30.
(Fotografía de portada: Chris Coduto/Getty Images)