Nos decía Stephen King que lo que separa el talento individual del éxito, es la cantidad de trabajo esforzado y difícil que la persona pone. LeBron James es talento, y es aún más trabajo.
Un jugador que logra ser al mismo tiempo uno de los mejores anotadores y asistentes de la NBA — los 7.000 pases superados—. Algo nada fácil lo segundo, tratándose de un alero. Pero es que el IQ — Intelligence Quotient— de la superestrella de los Cavaliers, es una barbaridad. Muy por encima de la media. Es eso, esa rareza, lo que unido a un físico envidiable y una tenacidad inagotable, lo convierten en un jugador sin igual.
Y, a sus 31 años, no cesa en su empeño por mejorar. Porque James se pasa la mayor parte de los partidos corriendo el parqué. Que nadie piense que usa sus breves ratos de asueto para descansar. No. Ahí, su cabeza sigue en pleno funcionamiento. Y ahora, gracias a la tecnología, la cosa se perfecciona. La NBA y su normativa, que son flexibles en este aspecto.
Ventaja reglamentaria
LeBron posee una habilidad natural inherente para comprender el baloncesto, pero también es un profuso estudioso del mismo. Y la liga no tiene ningún inconveniente en que se usen plataformas digitales durante el partido.
El resultado de esto, es que no solo el cuerpo técnico se beneficia de las ventajas de la tecnología en pleno directo, sino que perfeccionistas como James, también recurren al IPad para revisar alguna jugada concreta o revisar alguna táctica en esos instantes en que otros recuperan el aliento.
Evolución táctica
«Simplemente me gusta ver como la defensa rival nos está encarando», cuenta LeBron sobre este ritual al Cleveland.com. «Así que reviso eso siempre que puedo y así veo lo que está ocurriendo. Eso me beneficia. Entramos en el 2017, hay que seguir adelante, encontrar la manera de seguir creciendo en nuestro juego. Usar la tecnología a nuestro favor. Si los muchachos quieren ver vídeos del partido durante el tiempo que están en el banquillo, deberían poder hacerlo».
Esta costumbre del forward es una rareza, pero no algo del todo inusitado. Los Portland Trail Blazers llevan unos pocos años tirando de Ipad para poder buscar mejores soluciones con inmediatez. Cuestión de tiempo que la rareza se convierta en moda en la NBA.
En fin, James, siempre a la cabeza. Un ingrediente más, para entender por qué el de Ohio es el primer jugador de la historia en alcanzar los 27.000 puntos, 7.000 rebotes y las 7.000 asistencias.