Cuando LaMelo Ball cayó lesionado se daba por hecho que Charlotte iba a sufrir de lo lindo y lo cierto es que la realidad no está siendo menos dura de lo esperado. Los de Carolina del Norte visitaron anoche a los Denver Nuggets para caer por un claro 111-93 y sumar la que es su undécima derrota consecutiva; es decir, tras el triunfo que lograron los Pistons el otro día, los Hornets son el equipo con peor racha de la toda la NBA. Suena mal, pero lo más preocupante es que en el horizonte no se vislumbra cómo puede mejorar esto.
Ball señaló hace tres semanas que esperaba recortar plazos en su recuperación, pero por ahora no ha podido saltar a la pista y no será hasta dentro de una semana cuando vuelvan a evaluar su estado. Con tal baja asegurada algunos partidos más, ahora hemos sabido que la situación del pívot titular, Mark Williams, no pinta mucho mejor.
Según informa Roderick Boone de Charlotte Observer, el center no está ni mucho menos cerca de regresar a la acción, ya que el problema que sufre en la espalda, y el cual le ha impedido jugar desde el 8 de diciembre, no ha remitido. Así lo explica el propio jugador.
«Sí, aún no puedo moverme como me gustaría. Todavía es difícil para mí saltar, reaccionar rápidamente y esas cosas. Acabo de empezar a volver a los entrenamientos. Sólo estoy intentando regresar; y sí, eso es lo más importante en este momento. Hago todo lo que puedo para que el tratamiento vaya lo mejor posible. Es un asco estar viendo jugar al equipo desde fuera», sentencia.
Aunque a corto plazo el equipo apunte a seguir acumulando derrotas, lo más preocupante es que llevan años sin avanzar. La llegada de LaMelo Ball supuso en su momento un soplo de aire fresco, pero sus continuas lesiones han ensombrecido su papel. Si a eso le sumas que también caen otros jugadores a los que se les presupone un gran recorrido en la franquicia… pues ocurre esto. Los años pasan y Charlotte sigue donde estaba hace dos años, o incluso peor.
(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)