Los Brooklyn Nets continúan transmitiendo cada vez mejores sensaciones. El conjunto neoyorquino suma ya 10 victorias consecutivas tras imponerse esta madrugada en Atlanta por 107-108, escalando hasta el segundo puesto de la Conferencia Este pese a que les costó coger el ritmo durante las primeras semanas de curso. No obstante, todos los problemas extradeportivos parecen ser ya cosa del pasado, y con este triunfo los de Vaughn han firmado la mejor racha de triunfos lograda por cualquier equipo esta temporada y empiezan a afianzarse como serios candidatos a todo.
Esta victoria no estuvo exenta de sufrimiento, pues, a pesar de la baja de Trae Young, los Hawks se aferraron al encuentro hasta el final y de hecho llegaron a tener la posibilidad de ganarlo en el último segundo. Aun viéndose 13 abajo a falta de menos de 9 minutos, los locales no se vinieron abajo y siguieron compitiendo hasta el final sin su estrella, llegando incluso a empatar el duelo en los compases finales y obligando a los Nets a jugarse el triunfo en el clutch. Allí, no obstante, apareció la clase de Kevin Durant, que con dos canastas en los dos últimos minutos volvió a poner a los suyos al frente y se encargó de mantener viva la racha.
No obstante, al margen de estas dos acciones, el protagonismo del cuarto periodo fue para Kyrie Irving, que sumó en él 15 de sus 28 tantos y se encargó también de aplacar los intentos de Atlanta por darle la vuelta al marcador. El base terminó así como máximo anotador del choque, seguido por los 26 de KD que brilló también en otros apartados con 16 rebotes y 8 asistencias. Nic Claxton, por su parte, alcanzó los 17, mientras que Ben Simmons terminó con 10.
En los locales, Dejounte Murray asumió galones en ausencia de Young y rozó el triple-doble con una fantástica actuación de 24 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias, aunque su noche pudo haber sido más memorable de haber estado algo más preciso en los instantes finales. El ex de los Spurs tuvo en sus manos dos tiros libres con 106-108 en el marcador y 29,9 segundos para el final, pero no logró aprovecharlos para empatar el partido dado que solo anotó uno de ellos. Más tarde, dispuso de un triple sobre la bocina que habría significado el triunfo de los suyos, pero este, ya muy a la desesperada, fue también escupido por el aro.
Murray encontró el apoyo de John Collins, autor de 21 tantos, y de Onyeka Okongwu, que firmó un doble-doble de 18 puntos y 13 rebotes, a los que añadió 3 tapones. Ambos sumaron también varias acciones importantes en los últimos minutos, pero no las suficientes para evitar un tropiezo que, con todo, no impidió a McMillan sentirse orgulloso de sus jugadores.
«He visto a los chicos pelear muy duro» comentó. «Puedo vivir con ello. Creo que lo hemos dado todo desde el principio hasta el final. Quienes estaban sobre la pista no estaban pensando en las ausencias, estaban pensando en ganar».
(Fotografía de portada: Todd Kirkland/Getty Images)