Tras un complicado inicio en ausencia de su gran estrella, los Grizzlies confían en poder salvar el año y llegar a tiempo de disputar la postemporada. Los Lakers, por el contrario, siguen hundiéndose cada vez más desde su victoria la Copa NBA. Y cuando estas dos tendencias se han encontrado esta madrugada, el resultado solo podía ser uno.
Memphis se llevó el duelo disputado en Los Ángeles por 113-127, colocándose con un balance de 6-3 en los partidos que ha disputado Ja Morant, quien esta vez no necesitó desplegar una versión estelar para guiar a los suyos. Los de Jenkins cimentaron el triunfo en su sensacional acierto exterior, pues con su 23/45 en triples firmaron su mejor marca de la temporada e hicieron la vida imposible a la defensa angelina.
Morant, autor de tres triples y 21 puntos, contribuyó en este aspecto, pero estuvo lejos de ser el principal francotirador de los de Tennessee. Este rol estuvo encarnado por Marcus Smart, que puede llegar a ser muy irregular en esta faceta pero que en esta ocasión, con 8 aciertos en 14 intentos, sacó su mejor versión para irse hasta los 29 tantos, logrando su partido con más triples anotados desde enero de 2020. Jaren Jackson Jr. y Desmond Bane, por su parte, sumaron cinco cada uno, alcanzando los 31 y 24 puntos respectivamente.
Fue más concretamente en el cuarto periodo cuando los Grizzlies sacaron toda la artillería, con siete triples que inclinaron un duelo que estaba siendo parejo hasta el momento. Mientras los Lakers sufrían para generar situaciones ofensivas, los visitantes castigaron cada espacio concedido, llegando a firmar un parcial de 8-24 que les permitió cerrar el choque con mucha comodidad.
Dura autocrítica
LeBron James y Anthony Davis, líderes de los de Darvin Ham con 32 y 31 tantos respectivamente, apenas pudieron desplegar en el último cuarto el mismo dominio que en los tres anteriores, sufriendo para generar ventajas y atascándose ante el buen trabajo defensivo de Memphis. Lo mismo le ocurrió a Austin Reaves, que ejerció como tercera espada con 19 puntos y 12 asistencias pero no pudo sacar a los suyos del atolladero en el tramo final ni evitar la cuarta derrota consecutiva.
«Ahora mismo apestamos» aseguró de forma tajante LeBron, y lo cierto es que los datos parecen respaldar tan dura afirmación. Desde la victoria en la Copa, los Lakers suman un balance de 3-10 que les ha hecho caer fuera incluso de los puestos de play-in y que amenaza con obligarles a remar contra corriente durante la segunda mitad del curso una vez más. El equipo ha demostrado su potencial a ratos, pero si tras las Finales de Conferencia del año pasado se hablaba de ellos como uno de los mejores del Oeste, parece obvio que meses después la realidad es muy distinta.
(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)