¿Qué está pasando con los chicos de Erik Spoelstra? Hace años que definimos a los Heat con la palabra competir, pero tal apreciación está saltando por los aires en las últimas fechas. Lejos de su habitual capacidad para sacar partidos adelante, con la derrota sufrida anoche ante Phoenix Suns por 105-118 van ya siete consecutivas, una nefasta racha que les ha hecho salir de los puestos de acceso directo a playoffs.
Lo más curioso de la ecuación es que la debacle está coincidiendo con la llegada de Terry Rozier, jugador que se suponía les daría aire fresco y un impulso para ser mejores. No está siendo así. El guard lleva cuatro partidos disputados y en todos ha mordido el polvo. Hay que tener paciencia. Su llegada ha supuesto un importante cambio para el equipo, el cual ha coincidido además con un mal momento que ya arrastraban.
Más allá de nombres propios, no hablamos sólo de perder partidos, sino de hacerlo con una claridad que prácticamente asombra: 24 puntos de diferencia con Toronto, 18 con Orlando, 33 con Boston, 16 con New York… Son demasiadas noches sin poder luchar por la victoria cuando justo nos tenían acostumbrados a lo contrario.
Miami no está funcionando. Aunque en estos momentos no tienen lesionado a ninguno de sus jugadores esenciales –Duncan Robinson es el único que tiene algún problema físico–, parece que Spoelstra está siendo incapaz de dar con la tecla para hacer funcionar a un equipo en el que ha dado los galones de base a Tyler Herro, quien no por ello está mejorando a la hora de repartir juego, ya que promedia 4,1 asistencias por noche, prácticamente lo mismo que en las dos campañas anteriores. Aunque la situación es complicada, el head de los de Florida reta a los suyos a rebelarse y demostrar de qué pasta están hechos.
«Sólo quiero ver el esfuerzo, la dureza, el aspecto físico, la fuerza, los múltiples esfuerzos para superar esto… y ver qué hay al otro lado. Sabemos que al otro lado hay algo que potencialmente puede ser grandioso, pero antes tienes que ser capaz de superar esto. Tienen que atravesar juntos la tormenta y momentos incómodos como este», recalca Spoelstra.
Más allá de motivos, lo cierto es que nadie esperaba una caída como la que están sufriendo los de Florida. Para ser exactos se trata de la primera racha de siete partidos consecutivos perdiendo desde el curso 2007-08, el cual terminó con un balance de 15-67; es decir, no estaban precisamente compitiendo.
Una racha no definitiva
Aunque suene duro hablar de siete derrotas seguidas con un aspirante al anillo –la campaña pasada perdieron las Finales de la NBA ante Denver Nuggets–, no es menos cierto que tal mal racha no significa que el equipo no pueda levantarse. En la temporada 2003-04 también sufrieron un golpe igual y terminaron llegando a las semifinales de la Conferencia Este con Dwyane Wade y Udonis Haslem. Además, en hasta cuatro ocasiones ha habido un equipo que ha perdido seis encuentros consecutivos para terminar proclamándose campeón, el último de ellos los Dallas Mavericks de la 2010-11, quienes precisamente vencieron en las Finales a Miami Heat.
(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)