Sin paños calientes. Los Brooklyn Nets son en estos momentos el equipo más triste de la NBA. Con Jacque Vaughn ya despedido y la temporada simplemente acabada para ellos, ahora está tocando ver cómo el baloncesto de los neoyorquinos toca fondo noche sí y noche también. Lo vivido esta última madrugada en cancha de Minnesota no ha sido una excepción.
Sí, se trataba de un rival muy duro, pero quedarse en 86 puntos (perdieron 101-86), deja claro que hay bastantes cosas que no están funcionando. Lo peor para ellos ya no es este último choque, sino que verles sufrir tantísimo para conseguir canasta está lejos de ser algo aislado. Así, en los tres últimos partidos promedian 88,3 puntos y en cinco de los últimos ocho compromisos no han alcanzado las tres cifras en anotación.
Ante tal panorama Minnesota sonrió. Los Timberwolves siguen en la pelea por terminar en la primera posición de la Conferencia Oeste y necesitaban levantarse tras caer la noche anterior contra los Bucks. Tampoco es que firmasen su baloncesto más brillante, pero el entrenador Chris Finch acabó muy contento con el esfuerzo de sus chicos.
«Necesitábamos desesperadamente una victoria. Es cierto que nuestro juego no fue realmente bueno, particularmente en el lado ofensivo, pero defensivamente fuimos muy fuertes», comenta.
Para sellar el triunfo los de Minneapolis contaron con 29 puntos de Anthony Edwards y otros 28 de Karl-Anthony Towns. Pese a no contar con Rudy Gobert por un esguince de tobillo, volvieron a mostrar una gran fuerza como grupo.
Cuestión de anotar
Kevin Ollie, entrenador jefe interino de los Nets, realizó un análisis sencillo de los visto sobre el parqué. El técnico quedó muy contento con la actitud de sus chicos, pero tiene claro que para ganar también hace falta acierto, y es que Brooklyn cerró la noche con un durísimo 34 por ciento en tiros de campo, incluyendo un horrendo 6 de 35 en triples. «Creo que hicimos un gran trabajo al unirnos como equipo y enfrentar la adversidad, pero tenemos que meter tiros».
Es fácil medir el desacierto de los neoyorquinos. El máximo anotador fue Cam Thomas con 18 puntos, pero hizo un 0 de 5 en triples. Le siguió Mikal Bridges con 15 tantos, pero firmó un 1 de 11 en triples… Así es imposible.
(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)