Nos acercamos al ecuador del curso 2023-24 de la NBA y es hora de ir teniendo muchas cosas claras: qué equipos pelearán por el anillo, cuáles están destinados a estar en la lotería del draft, qué jugadores apuntan al MVP… Sí, el puzzle de la actual campaña va tomando forma mientras los partidos se suceden, pero dentro de tal recorrido hay un equipo que parece decidido a mantenernos expectantes. ¿De cuál hablamos? De New Orleans Pelicans.
Así es. Los de Luisiana parecen determinados a seguir alimentando la que es ya la gran incógnita de la temporada. Lejos de mantener una línea regular a la que agarrarnos para analizar qué será de ellos, llevan casi tres meses cayendo y levantándose con ahínco para hacer imposible una apuesta medio segura con ellos como protagonistas.
Los Pelicans llegaron a la Final Four de la Copa NBA, pero fueron atropellados por los Lakers; tienen una plantilla profunda, pero Zion Williamson no termina de arrancar; y por si fuese poco, sufren dolorosas derrotas las noches menos esperadas para después pasar por encima de los rivales más duros… Y esta madrugada hemos vivido una de estas últimas, ya que se plantaron en Sacramento (sin Zion) e hicieron trizas a los Kings para terminar ganando 103-133.
Fue una auténtica paliza. Los chicos de Willie Green no pararon de golpear a su rival hasta llegar a ponerse 50 puntos arriba ya entrados en el último cuarto (62-112). Los californianos terminaron maquillando el encuentro, pero no por ello podemos dejar de preguntarnos sin estos Pelicans tienen nivel para plantar cara a cualquier rival y, quién sabe, dar más de un susto en playoffs.
Lo cierto es que su recorrido más reciente invita a ser optimistas. De sus últimos seis partidos han salido victoriosos en hasta cinco, ganando por el camino en cancha de Minnesota Timberwolves (líder de la Conferencia Oeste) por 106-117 y anoche en la de los Kings. Además, también se han impuesto en tal racha a Los Angeles Lakers. Por cierto, a los de Sacramento les han barrido en el actual curso para cerrar su particular serie de temporada regular con un 4-0…
Verles como candidatos al anillo es quizás rozar la locura, pero no por ello se puede obviar que son una de las plantillas más profundas de la NBA en cuanto al nivel de las piezas que están tras sus estrellas. Ya hemos hablado de Ingram –muy buena campaña la suya con un promedio de 22,4 puntos, 5,5 asistencias y 4,6 rebotes– y de la importancia de ver al mejor Zion, pero es que junto a ellos está un C.J. McCollum que anoche se fue hasta los 30 puntos ante los Kings, y otros muchos como el recuperado Trey Murphy III, Jonas Valanciunas, Herbert Jones… Exacto, piezas no le faltan para competir ante cualquiera.
Llegados a este punto, no queda otra que estar atentos a su evolución. Es obvio que aún no hay demasiadas certezas y que tampoco es imposible que se terminen cayendo y vivan otra decepcionante campaña, pero por primera vez en mucho tiempo están decantando la balanza hacia el lado positivo (ocupan la 7ª plaza del Oeste con 22-15). Lo dicho, son la gran incógnita de la temporada NBA.
(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)