Al descanso, Stephen Curry había pescado ya 24 puntos y 5 de 7 en triples. Eso, con una sinfonía vastamente ganadora detrás del genio de Akron, le bastó a los Golden State Warriors para descarrilar a los Houston Rockets en el primer partido de la serie que enfrenta a ambos en Playoffs (104-78). Estrenan inmortalidad arrollando.
No existió defensa para hacer tropezar a Curry, que reventó la tienda durante el primer tiempo y después, tras un pequeño percance (parece que sin importancia) en el tobillo, se retiró para no dejarse ver en toda la segunda parte. Entramado perfecto el de Golden State para que el vigente MVP crease a voluntad y rompiera el partido desde el primer cuarto. En su patio del recreo de siempre.
24 tantos en 20 minutos, avivando la antorcha para los que resolvieron después y dejando el primer atropello a los Rockets, de los (se espera) cuatro que se producirán en las próximas fechas. Durante la parte que jugó, se vio al Curry más incendiario. Vaya, el mismo de toda la temporada.
Partido hosco
De los Rockets, lo poco que pudo anotarse fue la rabia (no tan contenida en ocasiones) que guardan a los Warriors, con quienes tuvieron que irse a la lona en las Finales del Oeste el pasado curso (4-1). No se gustan, no se llevan bien (ambos equipos, no solo es cosa de Houston) y el partido tuvo lances subidos de testosterona.
Houston se ahogó en su propia defensa (fue el sexto peor equipo atrás en liga regular) y en la dificultad para producir en ataque. Con James Harden en el vagón presidencial del descarrilamiento (17 puntos con 7 de 19 en tiros), el ataque de los Rockets se quedó en uno escuálidos 78 puntos.
En defensa los estragos de Curry, que ni con Patrick Beverley queriendo bailar al son del Club de la Lucha se descentró, rasgaron en varios pedazos a los Rockets. El candado no apareció ni en el perímetro ni por la pintura.
Último cuarto
Con un tercer período algo lánguido, sabiéndose ganadores ya desde los refrigerios del intermedio, los Warriors confirmaron el 1-0 en el último cuarto. No fue un partido especialmente iluminado en el grupo de La Bahía (42,9 por ciento en tiros de campo y 40,0 en triples), pero sí serio y contundente. Les dio para barrer.
Anotadores
Klay Thompson terminó con 16 puntos, y el siempre beligerante e intenso Draymond Green autografió 12 tantos, 10 rebotes, 4 asistencias, 4 tapones y 2 robos de balón. Todoterreno y despertador cuando el resto se adormila. Por los Rockets, Dwight Howard grabó 14 puntos y 11 rebotes.
Primer contacto y al suelo para los Rockets. Más que entusiasmado tendrá que mostrarse el equipo tejano si quiere sacar aunque sea una victoria de este cruce. La serie huele a 4-0 desde Texas (una encuesta en Houston dejaba con solo el 3% de los fans tejanos confiados del pase a semifinales de Conferencia).