Porzingis ha encontrado su sitio en la pintura

Conozco a Kristaps Porzingis desde hace años. En Sevilla, donde inició su carrera en el baloncesto profesional, ya le veíamos esas cualidades físicas y técnicas que, con trabajo constante, le han llevado a donde está hoy, a la NBA. Pero lo que no podíamos imaginar es que ese potencial iba a explotar hasta hacer de un chico espigado que no lograba terminar un entrenamiento —se asfixiaba y debía parar—, un portento ofensivo que empieza a asomarse al calificativo de imparable.

Su progresión en este segundo año en la liga norteamericana sólo está al alcance de los mejores. Como rookie todos vimos su facilidad para anotar, pero es que este año no sólo anota, sino que lo hace de cualquier forma, desde cualquier sitio y con un repertorio de movimientos que pueden llevarle a enlazar una decena de canastas sin que ninguna de ellas se parezca a las otras.

Dentro de esa evolución, llama poderosamente la atención cómo ha mejorado en el poste. El curso pasado hubo momentos en los que parecía que sólo quisiese tirar de muñeca y lanzar desde fuera, pero en este ha pasado a ser una amenaza de espaldas a canasta para codearse sin reparos con la élite de la NBA en esas lides.

Para verlo más claro. Entre los jugadores que se han jugado al menos 35 posesiones en el poste, el jugador letón ocupa el tercer puesto con 1,06 puntos por jugada. En esta faceta sólo es superado por Harrison Barnes y Jonas Valanciunas.

Cuestión de comodidad

Tras irse hasta los 31 puntos contra Portland Trail Blazers, Porzingis explicó que su cambio en la pintura se debe en gran parte a un tema psicológico. «No he añadido mil movimientos a mi juego en el poste. Simplemente estoy más tranquilo cuando estoy ahí. Cuando cojo la pelota y me tomo mi tiempo, sé que nadie puede llegar a mi tiro. Me estoy dando cuenta de los difícil que es que molesten mi tiro. Obviamente he trabajado para mejorar, pero se trata más de experiencia, de saber cómo utilizar mi cuerpo y mi tamaño», explica en declaraciones recogidas por ESPN.

Hornacek quiere más

Con 21 puntos y 7,3 rebotes de promedio, ya hay quien empieza a plantearse si ha llegado la hora de que Porzingis tome el relevo como primera espada de los Knicks. No puedo asegurar lo uno ni lo otro, pero lo que sí sabemos es que Jeff Hornacek quiere que el juego pase el mayor tiempo posible por él. El entrenador de los neoyorkinos está contento con el trabajo hecho por el equipo para llever el balón a las manos del letón, pero cree que deben hacerlo mejor para que le llegue en los momentos decisivos de los partidos. No le falta razón, ya que en 12 minutos de clutch time que ha vivido en pista, Porzingis sólo ha realizado un tiro.


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