Buscaban un gran cambio (Gordon Hayward) y al final se han quedado más o menos como estaban. Lo cual no tiene por qué ser malo en absoluto, si logran mantener la brutal tendencia exhibida desde el pasado All-Star, logrando invertir los pésimos resultados cosechados en la primera mitad de la temporada y transformándolos en una lucha hasta la última jornada por los playoffs.
Con los retornos asegurados de Dion Waiters y James Johson, con alguno pendiente, como los de Wayne Ellington, Luke Babbitt y el de su eterno capitan, Udonis Haslem, y con fichajes de segunda fila pero interesantes como el de Kelly Olynyk, la plantilla de los Miami Heat empieza, no sólo a cobrar forma, sino a estar casi perfilada del todo. Y con lo que tienen, Pat Riley espera grandes cosas. Sólo hay un ‘depende’.
«Creo que tienen que utilizar el training camp, emplearlo como un calentamiento para el futuro -así como respaldar sus palabras con su juego-«, ha dicho Riley para Associated Press. «Así que será muy interesante este año cuando vayamos al training camp para ver dónde están sus cabezas, y estoy convencido de que vendrán listos, que piensan que son un buen equipo y que lo conseguirán juntos. Estoy emocionado por ello».
Playoffs
El objetivo está más que claro. Así como el nivel de baloncesto que espera. «Tan bueno como el que mostramos en la segunda mitad del año, no terminamos el trabajo y conseguimos alcanzamos la primera ronda».
En Florida saben que, por ahora, su liga no está con los Cavaliers o Celtics, pero entienden que su deber sí está en pelear con todos los demás «aspirantes» que se posicionan como tímidas alternativas en el Este. Pistons, Bucks, Wizards o Raptors. «Hay otros equipos buenos en la conferencia, pero nos sentimos bien. Si arrancas la temporada sano, en forma, y hay compromiso entre unos y otros, podemos ir a por ello», termina el presidente de los Heat.
Sólo tienen que preguntarle a Mark Cuban sobre la dificultad de su empresa: pan comido.