Se esperaba mucho (y se espera) del número 3 del draft de 2023. Esa es la verdad. Más allá de Victor Wembanyama, no pocos señalaron a Scoot Henderson el segundo mejor jugador de esta hornada; tanto es así que entendían que los Blazers podían construir un nuevo proyecto alrededor de él. Por ello, y aunque estemos hablando de los primeros compases de la carrera de un chico de tan solo 19 años, ha llamado la atención que su comienzo en la NBA esté siendo tan flojo.
La sombra de Damian Lillard es alargada y eso puede estar pasando factura a un Henderson que tiene todas las miradas puestas en él. En sus tres primeros partidos ha vivido su propio rookie wall, expresión creada para los problemas que suelen tener algunos novatos alrededor del mes de febrero, momento en el que la acumulación de partidos hace mella, pero que a día de hoy nos sirve para definir el inicio de la carrera de Henderson, quien ha empezado bloqueado.
Aunque su debut no fue del todo malo con 11 puntos y 4 asistencias ante Los Angeles Clippers, los dos siguientes encuentros han sido un poco desastres para quedarse en 7 y 4 unidades. Está mal en el tiro (33,3 por ciento), pero es que además acumula más pérdidas (12) que asistencias (9). Su hoja de tiro tras tres actuaciones no engaña.
Más allá de sus estadísticas, las cuales son muy mejorables, Henderson lleva dos partidos consecutivos en las que rápidamente se mete en problemas de faltas. El novato cree que este hecho le está impidiendo encontrar su ritmo y que simplemente debe ir aprendiendo para poder llegar a ser consistente sobre el parqué.
«Estoy aprendiendo cómo es el juego en la NBA y como jugador profesional. Los árbitros también me están enseñando. Se trata simplemente de prueba y error», comenta Henderson, quien ha terminado los dos últimos choques con cinco faltas personales.
El apoyo de Billups
Aunque las cosas no le están saliendo por el momento, el entrenador de Portland, Chauncey Billups, cree que la actitud de su pupilo es la correcta y que llegará el momento en el que demuestre todo su talento sobre la pista. «Creo que su intención es buena. Ataca la canasta, pero simplemente no está pudiendo finalizar. Y obviamente, cualquiera que haya jugado baloncesto sabe que es difícil jugar baloncesto cuando estás en problemas de faltas. Aún no ha llegado al punto de saber leer algunas jugadas con rapidez», señala.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)