Celtics y Timberwolves han medido fuerzas en un duelo entre los líderes de cada conferencia, choque en el que Boston ha querido sacar músculo para reforzar su posición dominante en el Este y en la liga. El cuadro de Mazulla se impuso por 127-120 en un duelo que, como el disputado en Minnesota, se decidió en la prórroga, logrando así colocarse con un balance de 29-8 con el que alejar a sus perseguidores. Un balance cimentado en su increíble solvencia en casa.
Porque esta no es solo una victoria de mucho prestigio, sino una que hace de este un inicio histórico para la franquicia, que firma su mejor arranque en su pabellón al alcanzar un 18-0 en los encuentros disputados en Garden. Los de Massachusetts han batido de esta manera un récord que databa del año 1958, cuando lograron ganar los 17 primeros partidos jugados en casa pero cayeron en el 18º ante los Philadelphia Warriors.
Tatum se crece en el clutch
Esta vez la derrota les pasó cerca, pues el triple de Nickeil Alexander-Walker que puso el 102-109 en el marcador con poco más de dos minutos para el final les obligó a buscar una arremetida final con la que recuperar la desventaja. Fue entonces cuando Jayson Tatum, que ya llevaba todo el partido a un gran nivel, terminó de asumir galones, y con una bandeja, un triple y un tiro libre anotados de forma consecutiva logró reducir ventaja a la mínimo. Su segundo tiro libre no vio aro, pero el rebote cayó en manos de los locales y permitió que Jrue Holiday culminase desde el perímetro un parcial de 10-0 que dio la vuelta al duelo.
Anthony Edwards logró con dos tiros libres devolver la igualdad al marcador a falta de 9 segundos y forzar la prórroga, pero en esta Tatum se mostró más decidido a dominar por completo el choque. El alero falló el tiro sobre la bocina que podría haber roto la igualdad, pero lo compensó con creces anotando 12 puntos en los 5 minutos de tiempo extra, más que los Timberwolves al completo, en un tramo de absoluto dominio en el que hizo de todo. Fue agresivo atacando el aro, preciso desde el triple y eficaz en la línea de tiros libres, culminando una actuación con la que confirmar a Boston como el mejor equipo de lo que llevamos de liga.
Jayson terminó el choque con 45 puntos, de los cuales 26 llegaron en el último cuarto y en la prórroga. Así como en los primeros tramos la anotación estuvo comandada por Jaylen Brown, que sumó en los tres primeros parciales 27 de sus 35 tantos, con la llegada del clutch se produjo el relevo, que terminó de encumbrar a Tatum como héroe de la noche y a estos Celtics como un equipo históricamente difícil de doblegar en su cancha.
En los visitantes, Anthony Edwards fue el mejor con 29 puntos, seguido de cerca por los 25 de Karl-Anthony Towns, que sumó además 13 rebotes y 6 asistencias. Ambos confirmaron a los de Chris Finch como un conjunto temible, pero no pudieron culminar la machada en un choque que puede haber sido un anticipo de lo que tal vez tengamos más adelante en postemporada.
(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)