La temporada de los Cavaliers es digna de análisis. En los albores de la misma, con todos sus jugadores sanos, por momentos parecían completamente perdidos mientras las derrotas se acumulaban. Después, la lesión de dos piezas esenciales como Darius Garland y Evan Mobley impulsó una espectacular racha de triunfos con Donovan Mitchell como director de orquesta. Con tal desarrollo ya hay mucho que estudiar, pero lo vivido esta última madrugada supera casi todo lo que podíamos imaginar.
Cleveland se plantó anoche en su casa para recibir a unos Celtics que sumaban 11 triunfos consecutivos y que parecían imparables, más aún si te planteas frenarlos sin tu máxima estrella, Donovan Mitchell. A ello debes unir el hecho de perder por lesión en el tercer cuarto a Evan Mobley y verte hasta 22 puntos abajo a nueve minutos del final. Parece imposible remontar, ¿verdad? Pues los Cavs lo hicieron.
Sin querer entrar en los parámetros de la lógica, el pabellón, los jugadores, cada centímetro del parqué… Todo empezó a soplar en la misma dirección para que ocurriese lo inexplicable. Mientras la estrella de la NFL Travis Kelce animaba a la multitud, un más que inesperado Dean Wade se vestía de héroe para meter hasta 20 puntos en el último cuarto (incluyendo cinco triples y la canasta decisiva) para dar a los suyos el triunfo por un ajustado 105-104. El pabellón explotó de júbilo mientras los Celtics no parecían terminar de entender qué había ocurrido –casi todos nos hemos quedado igual–. He aquí los 10 minutos en los que los Cavs hicieron posible lo imposible.
Concluido el encuentro, J.B. Bickerstaff quiso dejar claro que Wade es mucho más que un simple jugador con un buen lanzamiento exterior. «Es un tipo multifacético. No es sólo un tirador. Sabemos las cosas que puede hacer defensivamente, pero es cierto que tiene un muy buen juego ofensivo y esta noche lo puso en marcha. En todo caso, creer y confiar, eso es Dean Wade en esencia», comenta el head coach de los Cavaliers.
Como decíamos, los Cavs estaban sin su máximo anotador y por el camino perdieron a Mobley, pero ante tales ausencias también respondieron Jarrett Allen con un doble-doble de 21 puntos y 12 rebotes, mientras que Darius Garland también consiguió un doble-doble, en su caso de 16 puntos y 11 asistencias.
Cuestión de mentalidad
Tras tres cuartos dominando por completo sobre el parqué, los Celtics se vieron barridos en el último cuarto, algo que no sentó bien en el vestuario de los verdes, tal y como explica Jaylen Brown, autor de 21 puntos.
«Eso es lo que sucede cuando no se iguala la energía del rival y no dejas sin opciones a un equipo de la NBA. Tienes que quitarte la gorra ante Dean Wade. Entró en ritmo, pero deberíamos haber ganado este partido. Realmente no hemos visto nunca a un equipo remontar de esa manera. Hoy fue una derrota mental. Tuvimos el partido en nuestra mano y es algo que no debería haber sucedido», señala el alero.
Más allá de la actuación de Brown, Jayson Tatum se fue hasta los 26 puntos y 13 rebotes, mientras que Kristaps Porzingis alcanzó los 24 tantos.
(Fotografía de Jason Miller/Getty Images)