Los Houston Rockets se encuentran en un periodo de transición. A la salida de Mike D’Antoni se sumó la reciente marcha de Daryl Morey tras trece temporadas en la franquicia. El hasta ahora general manager no solo fue el responsable de traer a James Harden, sino también el encargado de rodear al escolta de talento. Uno de sus mayores movimientos fue la incorporación de Chris Paul, un traspaso con Los Angeles Clippers que involucró a un total de ocho jugadores.
Pese a alcanzar las finales de la Conferencia Oeste en una de sus temporadas en Houston, la renovación de Paul causó el algo de rechazo en Tilman Fertitta. Así lo informó Tim MacMahon de ESPN en la última edición del podcast The Lowe Post, donde comentó que el dueño de los Rockets creía que el contrato de Paul «era el peor que había visto en los negocios o los deportes». Del mismo modo, el periodista afirmó que Fertitta y Harden insistieron más en su traspaso que el propio gerente.
Aparentemente, su defectuosa relación con Harden causó su traspaso a Oklahoma por Russell Westbrook, pero MacMahon enfatizó que Morey se vio obligado a actuar debido a los deseos de sus ‘dos jefes’. Pero, ¿realmente era tan malo su contrato? A sus 33 años, el base renovó por cuatro temporadas a razón de 160 millones de dólares, jugando solo una temporada con los Rockets después de firmar el acuerdo. En la temporada 2019-20 Chris Paul ha sido el segundo jugador mejor pagado de toda la NBA solo por detrás de Stephen Curry.
La salida de Morey deja varios frentes abiertos en la franquicia, como la continuidad de Russell Westbrook, su última gran incorporación. La incapacidad del small ball en estos playoffs y su elevado contrato podrían ser razones de peso para justificar un posible intercambio, con los New York Knicks en el horizonte del base. Todo dependerá de Rafael Stone, el nuevo general manager de los Rockets, quien primero deberá abordar la contratación de un nuevo entrenador.
(Fotografía de Ronald Martinez/Getty Images)