La derrota en el segundo partido de las Finales del Este no sentó nada bien en el vestuario de Boston. Los periodistas presentes reportaron que, desde fuera del mismo, se habían escuchado gritos y sonidos de objetos arrojados al suelo, ruidos que formaron parte de una discusión que, como se supo más tarde, protagonizaron Marcus Smart y Jaylen Brown. Tratando de apaciguar los ánimos, Brad Stevens optó por reunirse con varias de las figuras importantes de la plantilla cuando regresaron al hotel, intentando así reconducir los sentimientos expresados de forma temperamental hacia un lugar más constructivo.
En concreto, el técnico mantuvo un encuentro con los propios Brown y Smart al que también acudieron Jayson Tatum y Kemba Walker, tal y como informa Adrian Wojnarowski, de ESPN. La reunión tuvo lugar en una de las habitaciones del hotel alrededor de la 1 de la madrugada, y en ella se trataron más fríamente los motivos de la discusión se había producido en el vestuario. Según esta información, algunos de dichos temas fueron las concesiones que permitieron a los Heat remontar en la segunda parte y las 20 pérdidas de balón acumuladas.
No obstante, la charla también tocó otros aspectos. Uno de ellos fue la necesidad de integrar de forma natural a Gordon Hayward en el equipo, pues todo apunta a que el alero podría reaparecer en el Game 3 y los Celtics necesitan que lo haga al 100%.
Wojnarowski señala también que tanto los jugadores como los integrantes del cuerpo técnico quedaron satisfechos, y la sensación general de la plantilla es que se ha hablado lo suficiente de los diversos problemas del equipo como para poder acabar con ellos en el tercer partido. Este tendrá lugar esta misma noche, y podría tanto suponer un punto de inflexión para los Celtics como dejarles prácticamente fuera de las Finales.
(Fotografía de portada: Douglas P. DeFelice/Getty Images)