Wesley Matthews ha sido uno de los protagonistas del verano.
Firmó un contrato máximo con Dallas Mavericks de 70 millones en 4 años (gracias a la ‘espantada’ de DeAndre Jordan) y se despidió de los Portland Trail Blazers, como sus antiguos compañeros de quinteto Nicolas Batum (Hornets), LaMarcus Aldridge (Spurs) y Robin Lopez (Knicks).
Ahora, OregonLive.com recoge unas declaraciones del escolta en las que repasa su salida de Portland y habla de la confianza que Mark Cuban ha depositado en él.
«Estaba enfadado, no me sentí respetado«. Así expresa Matthews lo que sintió al no recibir una llamada de la franquicia cuando empezó la agencia libre, tras cinco temporadas defendiendo al equipo en el parquet. La salida de LaMarcus Aldridge hizo que los Blazers optaran por la reconstrucción y ofrecer un gran contrato a un jugador que va a cumplir 29 años, recién salido de una operación, no entraba en sus planes. «Estaba enfadado, pero también entiendo que esto es un negocio».
No obstante, no tardó en encontrar un poco de amor en este negocio. Mark Cuban llegó y Wes Matthews se volvió a sentir importante. «Una de las primeras cosas que me dijo fue que quería que yo fuese una piedra angular de la franquicia de ahora en adelante», comenta el de Wisconsin, que asegura que habría aceptado una oferta inferior de los Mavs como había hecho en el primer momento.
«El otro día le dije a Cuban: Esta es la primera vez que una organización ha tenido fe y confianza en mi. Desde los entrenadores, hasta el GM y el dueño, absoluta confianza. Eso es lo que yo quería. Eso es todo lo que yo quería». Matthews lo tiene claro: «Quiero hacer mucho más; no voy a descansar en lo que he hecho».
Cuatro duelos contra los Blazers
El escolta espera que llegue agosto y se publique el calendario para marcar cuatro fechas señaladas. «Cuatro veces», lo sabe bien, los Mavericks se enfrentarán a los Blazers. «Y ahora, tengo una franquicia entera apoyándome. Imagina qué clase de ‘perro’ voy a ser ahora».
Wes Matthews ha jugado una temporada en Utah Jazz y cinco en Portland, promediando en su carrera en la NBA 14 puntos (pese a que como ‘rookie’ anotó 9,4 por partido), 3 rebotes, 2 asistencias y 1,1 robos en 32 minutos.