- The Athletic: «¿Quién merece el mayor mérito por esta canasta?»
- Lowry: «OG (Anunoby). Él lo hizo todo».
- The Athletic: «¿Alguna vez has hecho un saque de banda con un 2,28 en frente de ti?»
- Lowry: «Sí… en los videojuegos».
- The Athletic: «¿No te sorprendió que no se echase aún más encima?»
- Lowry: «Lo hizo. Me moví para atrás».
Y sí. Kyle Lowry se movió para atrás… porque podía. Cosas del Covid-19, las medidas de seguridad y un pabellón prácticamente vacío. La imagen lo explica todo.
Kyle Lowry took advantage of a major bubble quirk pic.twitter.com/uabpkPSo63
— Kirk Goldsberry (@kirkgoldsberry) September 4, 2020
Lowry pudo usar un privilegio que generalmente no está al alcance, y menos en playoffs, donde los pabellones se abarrotan. Pero en Orlando no hay asientos a pie de pista a 2.500 euros la butaca. Prevenir es curar.
Varios escépticos no tardaron en saltar a la yugular de Brad Stevens, criticando lo fútil e innecesario de sacar a Tacko a cancha para hacer de muralla. En primer lugar, me gustaría verlos ahí, con los 1,83 de Lowry y el casi medio metro de diferencia sin contar el salto de envergadura.
Yo sí te doy crédito, Kyle. Por distinguir a OG a casi 15 metros, atreverte a colar el balón sobre ese alminar móvil llamado Fall, y por utilizar ese metrito extra haciendo una vez más, ya sabemos, de la necesidad virtud.
(Fotografía de Douglas P. DeFelice/Getty Images)