Consecuencias de la lesión de Hayward y posibles soluciones

Los planes de los Celtics para la nueva temporada se han visto truncados desde los primeros minutos de Hayward en su nueva franquicia. Un escenario inimaginable que cambia por completo la estructura del equipo, los roles de algunos jugadores y, por supuesto, la idea de Brad Stevens.

Danny Ainge se movió en el mercado de verano como nunca lo había hecho hasta ahora para ir un paso más allá y tratar de competir contra los Cavaliers de LeBron James. Anoche, precisamente contra Cleveland en el partido inaugural de la competición, cayó lesionado Gordon Hayward con todo lo que ello conlleva.

Más responsabilidad para Irving

La primera consecuencia es evidente: Kyrie Irving tendrá que asumir más peso creativo de cara al aro. El base salió de los Cavaliers pidiendo responsabilidades y buscando ser el líder de un proyecto. Definitivamente, después de esta desafortunada noticia, en Boston Celtics tendrá con creces lo que buscaba.

Brad Stevens diseñó un sistema perfecto para Isaiah Thomas en el ataque de Boston. El base terminó la campaña pasada con un 34 por ciento de uso ofensivo, lo cual demuestra que participaba en una cantidad asombrosa de posesiones de su equipo. El esquema de Stevens potenciaba todas las cualidades de Thomas y hacía mejores tanto a él mismo como a su equipo.

El técnico de los Celtics tratará de poner en práctica lo mismo con Kyrie Irving, y el base puede ser una auténtica pesadilla para los rivales en ese tipo de situaciones. Uno de los mejores de la NBA ––quizá el mejor–– en uno contra uno y con una capacidad increíble para el bote y el dribbling puede ser letal si encima juega en un sistema pensado para que saque su máximo potencial.

El problema es que ahora no estará Hayward a su lado para tomar las riendas del equipo cuando las cosas no funcionen tan bien. Gordon está acostumbrado a crear en ataque tanto para él como para sus compañeros ––27,6 por ciento de uso ofensivo con los Jazz el curso pasado–– y en ese sentido iba a ser una descarga para Irving en muchos momentos de la temporada. Jugar con dos generadores exteriores como Irving y Hayward prometía mucho. Los dos son capaces de generar ventajas y de aprovecharlas, de tirar de tres y entrar hacia canasta. Si se alternaban en labores creativas el resultado podía ser fantástico.

Dos amenazas siempre son mejor que una.

Problemas en defensa

Gordon Hayward no sólo era un factor fundamental en el lado ofensivo, ni mucho menos. La defensa de Utah Jazz fue conocida la temporada pasada como uno de los peores muros contra los que se podía encontrar un ataque, y Hayward era fundamental en la línea exterior de ese sistema.

Su llegada a Boston era clave para ocultar los problemas atrás de Irving y cubrir con solvencia el vacío que dejaban dos piezas fundamentales como Jae Crowder y Avery Bradley. La línea exterior defensiva se verá seriamente afectada con esta baja y será fundamental la aparición de otros jugadores.

Posibles soluciones

Jaylen Brown y Jayson Tatum. Las soluciones tienen nombres, apellidos y menos de 21 años a sus espaldas. Esto último, por un lado es muy bueno ––ambos tienen talento y mucho potencial––, pero por otro puede suponer mucha presión en los hombros de jugadores todavía muy jóvenes. La llegada de Hayward era fantástica para ellos porque les liberaba responsabilidades y su rol consistía en aportar desde la segunda unidad con más tranquilidad. Ahora tendrán que dar la cara a lo largo de la temporada y su impacto será decisivo tanto en ataque como en defensa.

La buena noticia es que tienen condiciones para hacerlo. Jaylen Brown fue el máximo anotador de los Celtics en el partido contra los Cavaliers; demostró personalidad, buen nivel en el tiro exterior y un potencial tremendo para atacar el aro. Además, tiene el físico para ser un gran defensor en la línea exterior, justo lo que comentábamos que hace falta en el equipo.

Jayson Tatum anoto 14 puntos y capturó 10 rebotes contra los Cavs. El novato, tras la lesión de Hayward, tendrá más minutos y la oportunidad de demostrar que está preparado para jugar en la NBA. Tiene movimientos de veterano, sabe aprovechar muy bien su cuerpo para generar ventajas y Brad Stevens puede ser el guía perfecto para sus primeros años en la competición. Sus posibilidades de ganar el rookie del año han aumentado, estará mucho más tiempo en cancha y será una pieza importante en uno de los mejores equipos del Este.

Otro jugador fundamental en la creación de juego será Al Horford: es un base que juega por dentro. Su capacidad para generar ventajas y asistir a sus compañeros liberará a Kyrie Irving y proporcionará opciones diferentes al ataque de Boston. El año pasado fue importante en ese rol y esta campaña necesitarán todavía mas regularidad ahí.

Por último, y en absoluto menos importante, Marcus Smart. Un perro de presa en defensa y otro desahogo más en ataque. Ha sido una pieza clave en el crecimiento de los Celtics en los últimos años y esta temporada tendrá la oportunidad de ocupar un rol todavía más importante en la línea exterior. Le necesitarán a tope.

Boston afronta un nuevo escenario. Uno en el que no tienen tantas armas para competir al máximo nivel como esperaban pero en el que lucharán por estar entre los mejores como han hecho los últimos años. Así funcionan los equipos de Brad Stevens; así funcionan estos Celtics.


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