Puede que no esté a la altura del sartenazo de realidad que supuso el stat de Brook López, pero casi. Se nos acabaron los post jocosos y la burla fácil sobre la (no) defensa de James Harden. Lo siento en la pista, lo siento en los playoffs, lo veo en el boxscore.
El escolta es, ha sido siempre y será un tornado ofensivo de poder devastador. Cualquier categoría a la que accedamos así lo vendrá a confirmar. Este año, por ejemplo, Harden ha cerrado la temporada regular como líder de la Liga en win-shares (15,2), en tiros a canasta intentados (1909) y convertidos (843), en triples intentados (1028) y convertidos (378), en tiros libres intentados (858) y sí… también convertidos (754), cuarto en asistencias (590), quinto en true shooting… se capta el mensaje, ¿no?
Por datos como los de arriba entre otras cosas, La Barba aspira a su segundo MVP consecutivo.
Y dentro de ese «entre otras cosas», despunta una faceta muy poco comentada del point guard de los Houston Rockets: sus virtudes, que también las tiene, cuando dejamos de hablar del ataque y nos centramos en lo que sucede atrás. Harden tiene tantos, pero tantos fundamentos que parece una sentencia de casación del Supremo, y eso es algo que ni su vieja apatía defensiva puede enmascarar. Por eso, lo de robar balones siempre se le ha dado magníficamente bien.
Sin ser un marcador aguerrido, un defensor-lapa, su capacidad de anticipación y poder de lectura le ha servido a lo largo de los años como fuente inagotable de robos.
Temporada | Robos de Harden en RS |
2014/15 | 154 |
2015/16 | 139 |
2016/17 | 121 |
2017/18 | 126 |
2018/19 | 158 |
Y como vemos en la tabla, a sus 29 años Harden ha firmado la mejor campaña en cuanto a steals de su carrera, con un total de 158 (líder de la NBA) en una media de 2 por encuentro.
Rebotes y tapones
Vale, esto entra dentro de lo más o menos previsible. Ahora viene lo bueno y luego lo mejor. Lo bueno es que de entre los jugadores de perímetro (es decir, bases y escoltas, para no desvirtuar el dato) Harden ha concluido el curso en cuarta posición en cuanto a rebotes capturados (518), sólo por detrás de Westbrook, Simmons y Doncic. Más fundamentos, en este caso en cuanto colocación en pista.
No sé si esto cuenta como desvío, robo, tapón o todo junto. Pero es genial. Y Harden lidera la liga en robos y es segundo en desvíos de balón. pic.twitter.com/SEzKLIyVfu
— Sergio Andrés (@SergioACNBA) 1 de diciembre de 2018
Y ahora lo mejor. James Harden –que sí, que sí– ha sido segundo en tapones de entre todo el backcourt de la NBA. Aunque este dato va con dos asteriscos. El primero es que es segundo empatado con Bradley Beal, ambos con 58 chapas, y el segundo es que el líder ha sido Ben Simmons, un playmaker heterodoxo que mide la nimiedad de 12 centímetros más que Harden (2,08 por su 1,96).
James Harden. No será el que más se esfuerza. El que más se deja la piel por seguir a su par. El P.J.Tucker que te asfixia en una baldosa o el Tony Allen que no duda en tirarse en plancha con tal de no dar un balón por perdido. Pero sí es de los que mejor timing tienen y quien posee uno de los IQ más privilegiados de la competición. Y eso, señores, también puede traducirse, a su manera, en una providencial (y no tan puntual) defensa.
(Fotografía de portada de Bob Levey/Getty Images)