Europa, Asia China, incluso Australia como representante único de Oceanía han ido emergiendo como punto residual y cada vez más habitual de atención, cuando de apuntalar las segundas o terceras unidades se refiere; incluso como oportunidad para cazar algún underrated, a veces olvidado, otras leproso mediático, con el objeto de darle minutos importantes al más puro estilo Moneyball.
Y a esto que Derrick Williams, que cumple con el prototipo de arriba, ha acudido a mi cabeza. El número 2 del Draft 2011 –que pareció en su momento una más que digna ‘siguiente gorra’ tras Kyrie Irving–, ocho años, seis franquicias y un garbeo por Europa después, se halla actual y momentáneamente sin equipo tras no haberlo hecho nada mal como sexto hombre referencia en el Bayern de Múnich alemán, con el que se ha alzado campeón de la BBL (su liga interna) tras doblegar hace escasos días en las Finales al Alba Berlín.
Sus promedios a lo largo de la fase regular han sido de 11,6 puntos y 3,3 rebotes, lanzando a canasta con una efectividad del 56%, y alcanzando los dobles dígitos en 18 ocasiones. Mayores todavía fueron sus números en sus apariciones de Euroliga: 13,4 puntos y 4,2 rebotes.
Mejores años por delante
A sus 28 años, sería una locura decir que se trata de un jugador acabado; ni siquiera en declive. Más bien todo lo opuesto: la madurez profesional llama a su puerta.
¿Que si le gustaría volver a la NBA? Desde luego. Su último cameo fue en marzo de 2018 en unos Lakers a la deriva bajo un contrato de 10 días. Cansado de medias oportunidades, más aún tras haber dejado un buen sabor de boca en los New York Knicks en el ejercicio 2015-16, decidió recuperar cierto rol, minutos y confianza en una liga menor pero que como plataforma de (re)lanzamiento resulta ideal para casos como el suyo.
Y sin embargo, su nombre no ha sonado absolutamente nada (que sepamos) en este mercado de agentes libres. Ni siquiera ahora, cuando el escaparate se vacía y los equipos rebuscan en lo más profundo del trastero esa fifteenth piece que ponga el candado a sus rotaciones.
Sin afirmarlo explícitamente, en Alemania todos tienen la impresión de que el debate de extremos en el interior de D-Will se limita a la NBA o continuar un año más en Munich. No obstante, hace unos días, Ergin Ataman, entrenador del Anadolu Efes y donde milita otro ex-NBA, Shane Larkin, confirmaba para Eurohoops su interés por el forward norteamericano. «Brock Motum ha dejado el equipo y estamos buscando un jugador para cubrir el puesto de ala-pívot. Estamos manteniendo conversaciones con Derrick Williams y Angelo Caloiaro. Pero Williams nos ha dicho que prefiere esperar un poco más [para comprometerse] debido a la NBA”.
¿De verdad, no?
(Decente) tiro de tres, slasher, dinamita física, mates espectaculares… no es el rey del IQ ni el Sidney Moncrief de la defensa pero… ¿realmente no hay hueco en esta NBA de small ball para un Derrick Williams en su punto óptimo de madurez?