A falta de Isaiah, la pizarra de Brad Stevens

Como el ilustre osado que apostó por el Leicester City en septiembre de 2015, anoche más de uno sacaría un buen pellizco con la victoria de los Celtics. Cerca del desahucio, sin Isaiah Thomas para el resto de los playoffs, y con dos guantazos a mano abierta en los dos primeros partidos, Boston fue el primer equipo del Este en sacarle los colores a los Cavaliers. Y será el único. Fue en territorio minado además, el Quicken Loans Arena de Ohio; prácticamente una epopeya del equipo de la NBA que más combate dedica cuando el cielo se viene encima. Los orgullosos Celtics, que bailan al son de unos hilos privilegiados, los de Brad Stevens.

Sin su estrella —Thomas— para desvalijar a los Cavs en el último cuarto, la rutilancia corrió a cargo del técnico de los Celtics. En la jugada decisiva, él fue quien sacó una llave maestra que abrió el primer triunfo de la serie para su equipo. Cierto que la pobre defensa de la acción por parte de Cleveland —CC para J.R. Smith— hizo parte del trabajo, pero la genialidad llegaba directamente desde el banquillo.

El tiro liberado de Avery Bradley llegó en una jugada redonda. Bloqueo indirecto del mismo escolta para habilitar un corte señuelo de Jae Crowder; después, posterior pantalla de Horford para que Bradley pudiera tirar solo. Ni un solo borrón en la última pizarra del partido, la que dio la victoria a Boston.

Tiempos muertos previos

Pero no se descubrió la perspicacia de Stevens en la última jugada. 41-62 fue el marcador total en la segunda parte del partido, favorable a los orgullosos verdes, claro. Y en dos de cada tres tiempos muertos con el reloj caliente, Stevens inventó jugadas para conseguir tiros liberados. Ergo, producir canastas.

Otro ejemplo. En la penúltima posesión de Boston, decisiva para jugar por delante el último medio minuto del encuentro, llegó otro gran jaque de Stevens. Penetración aparentemente alocada de Avery Bradley para que Jonas Jerebko se jugase, liberado, el tiro de la noche. Los Cavs mordieron el cebo, acudieron a la ayuda como una manada y la jugada pudo valer dinero si después Kyrie Irving no hubiera igualado el marcador.

Sin Isaiah, Stevens

De esa manera, uno de los mejores técnicos de la NBA tapa algunos de los agujeros que que ha dejado huecos su gran estrella, Isaiah Thomas. Su ausencia, más bien.

Esto no cambia de golpe el rumbo de la serie; el favoritismo es exclusivo de LeBron James y los Cavs sigue siendo todo un credo y una certeza impepinable. Sin embargo, el Game 3 de anoche valió para que un entrenador impartiese la lección de cómo ganar un encuentro desde el banquillo. Bravo, bravísimo, por Stevens.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.