La investidura definitiva de Kyrie Irving

«We’ll be back, we’ll be back (volveremos, volveremos»), se decían LeBron James y Kyrie Irving camino de los vestuarios, tras entregar la cuchara ante los campeones Warriors anoche al final del Game 5. Las dos figuras clave de los Cavaliers prometieron venganza. Agarrémonos para años todavía por escribir. Y es que más allá de la derrota del conjunto afincado en Ohio, las Finales terminadas este lunes sirvieron para volver a contemplar a dos jugadores, LeBron y Kyrie, en su máximo flujo competitivo.

Contando ya con que James es de lo más sobrenatural que puebla los aros de la liga en la última década, enfocamos el tiro un poco más sobre Kyrie Irving, que ha terminado las Finales con un puñado de actuaciones inolvidables.

Nunca se sabrá si otro gallo hubiera subido al escenario con el Kyrie post tercer partido también presente en los dos primeros. Podemos enjuiciar que seguramente nada hubiera cambiado en el signo final, pero la actuación del base de los Cavs ha tenido detalles antológicos. 40 puntos en el tercer encuentro, 38 en el cuarto  —el que se llevó Cleveland— y 26 anoche. En el choque definitivo, Kyrie volvió a pulsar el botón de apertura de compuertas de la canasta rival a golpe de talento. Tres primeros cuartos a un enorme nivel, para que un golpe en la rodilla castigara finalmente su actuación final. Pero la sensación no quedó enterrada tras el final: el base de los Cavs ha vuelto a investirse definitivamente como superestrella de la NBA.

Repertorio único

Y lo ha hecho con promedios más que adultos (29,4 puntos, 47,2% en tiros y 41,9 en triples) y sacando al escaparate un arsenal individual único en ataque. Probablemente, solo dos o tres jugadores de sus características (¿Curry e Isaiah?) puedan afrontar las idas y venidas al aro con un repertorio de acierto tan señorial.

Aunque él mismo sitúa a LeBron James en niveles superiores a cualquier individuo andante, Irving fue irrepetible para su equipo en las Finales. +7 (cuarto partido) y +4 (quinto) con él en pista en los dos últimos encuentros, además de toda la retahíla ofensiva que barrió las legañas de los durmientes.

Desde la derrota

Su máster con los mayores, aquel triple final en el Game 7 de las Finales 2016, fue su inmersión definitiva en el caldo del estrellato. Pero en 2017 ha confirmado su plaza para el siguiente lustro. Kyrie Irving, 25 años, se ha investido desde la derrota, como solo ha podido hacer LeBron James esta temporada en su equipo.

Punto y aparte el que merecen LeBron y el propio Kyrie en las Finales 2017; el base es ya integrante póstumo de las altas esferas y ha prometido venganza para el año que viene. La investidura definitiva solo es el comienzo.


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