Philadelphia repite golpe en la mesa en el segundo partido.
¡Qué victoria de los Sixers! Por segunda vez en los playoffs 2019, Philadelphia ha cambiado una eliminatoria gracias a sus ajustes en el segundo partido de la serie. Ya lo vimos contra Brooklyn Nets (y lo comentamos) y ahora Brett Brown ha repetido faena contra unos Raptors que, de repente, se han encontrado a un equipo diferente, varias fugas con las que lidiar y un problema bastante grave para el que necesitan soluciones urgentes. Y todo esto sin que Joel Embiid (medio enfermo y tocado más allá de la canasta final) esté siendo Joel Embiid. ¡Vamos al lío!
Los momentos de Jimmy
Esta es clave a la que me refiero en el titular de la columna. Antes de que arrancara la eliminatoria, comentaba con Jose en drafteados que uno de los posibles puntos a favor de Philadelphia tenía que estar relacionado con la interpretación de los momentos por parte de Jimmy Butler. Las estrellas de los Sixers aún se están acoplando y sus tiros/agresividad/momentos cambian mucho de un partido al siguiente. Y es Butler el que mejor suele interpretar que tiene que dar un paso hacia delante, colocarse el mono de trabajo y asumir responsabilidades. Ayer vimos justo eso. Embiid no es Embiid, mi equipo necesita puntos y que yo asuma gran parte del caudal ofensivo: 20 puntos más que el primer día, 10 lanzamientos más, siete más desde el triple y cuatro viajes más a la línea de personal. Además de las dos canastas clave en el clutch. Gran lectura, mejor ejecución. Y todo tiene también que ver con una liberación defensiva.
Otro mundo en ‘D’
Esto también pasó en primera ronda, pero aquí el animal contra el que se compite es completamente diferente. Sobre todo por la existencia de un señor de nombre Kawhi. Siempre dos/tres ojos sobre el cyborg, manos activas en las ayudas para cerrar pasillos (un poco a la Boston contra Antetokounmpo) y, sobre todo, cambio de defensor principal: de Butler a Simmons, buscando tamaño, fuerza, envergadura… Esto también liberó algo a Butler que, como comentaba arriba, fue decisivo en el otro lado. Y ayudó muchísimo al equipo, que sumó también una barbaridad en el esfuerzo y las rotaciones defensivas. Philadelphia fue otro equipo en defensa.
Rotación con cambio de objetivo
Igual que Brown buscó tamaño para frenar a Kawhi, también eligió ese camino cuando miró hacia su banquillo. Nada de Korkmaz (en el tiro ya nos apañaremos) y todos los esfuerzos hacia el interior: entró fuerte Monroe, dieron descansos Bolden y Amir Johnson y volvió a destacar un James Ennis que también será protagonista en el siguiente párrafo. ¿Para qué quería tamaño y agresividad volcada hacia el interior Brett Brown? Del 47-40 en los rebotes del primer día (Phila es una de los mejores equipos de la liga), al 53-36 de ayer. Y del -3 en el Game 1 desde la personal, al +11 de ayer.
¿Dónde está la profundidad?
Esta es seguramente la pregunta del millón para Toronto Raptors. Kawhi lo supera todo, Siakam está ahí (aunque ayer menos acertado que el primer día), Lowry metió un par de tiros clave (¡ojo!), Marc está a lo que está y Danny Green ya los meterá, pero… ¿Dónde narices está la profundidad? ¿Dónde están los minutos revolucionarios del banquillo? ¿Faltan opciones?
En los dos primeros partidos de la serie, James Ennis (11 y 13 puntos) está machacando él solo a todo el banquillo de los Raptors, que solo ha sumado 15 puntos en total. Igual le toca a Nick Nurse agitar la rotación (¿Linsanity?) si alguno de sus habituales (Ibaka, VanVleet, Powell) no despierta pronto en ataque. Porque los Raptors están perdiendo por goleada (¡¡¡50-15!!!) una batalla que sobre el papel parecía que tenían ganada.
El jueves, Game 3 en Philadelphia. Y la serie cada vez pinta mejor.
(Photo by Vaughn Ridley/Getty Images)