Previa NBA 2017-18: Utah Jazz

Ante el inminente comienzo de un nuevo curso hacemos un repaso a los 30 equipos de la competición de cara a la temporada 2017-18 NBA. El campeonato de los Warriors y la confirmación de que Golden State será una potencia durante varios años ha conllevado que numerosos equipos hayan realizado grandes apuestas durante el verano y otros hayan optado por dar un paso atrás.

Utah Jazz

Balance 2016-17: 51-31 (5º del Oeste, clasificado para playoffs).

Entrenador: Quin Snyder (4ª temporada en el equipo).

Agentes libres más importantes en 2018: Derrick Favors, Joe Johnson, Rodney Hood (restringido), Dante Exum (restringido).

La plantilla

Altas: Ricky Rubio, Thabo Sefolosha, Jonas Jerebko, Ekpe Udoh, Royce O’Neale, Nigel Williams-Goss (Draft), Tony Bradley (Draft), Donovan Mitchell (Draft), Naz Long (Camp Invite), Taylor Braun (Camp Invite), Eric Griffin (two-way contract), Nate Wolters (two-way contract).

Bajas: Gordon Hayward, Shelvin Mack, George Hill, Boris Diaw, Trey Lyles, Jeff Withey.

Siguen: Rudy Gobert, Derrick Favors, Alec Burks, Joe Johnson, Joe Ingles, Dante Exum, Rodney Hood, Raul Neto.

Así encaran la temporada

Podría establecerse un intento de paralelismo con lo que ha sucedido en los Clippers; en ambos equipos han salido jugadores absolutamente claves, y sin embargo han sido reemplazados por otros que hacen pensar que, a pesar del conato de revolución, se mantendrá la identidad sin perder competitividad.

En el caso de Utah, han perdido a Hill y a Hawyard, o lo que es lo mismo, a sus dos mejores anotadores (16,8 y 22,2 respectivamente) de la última campaña. Casi cuarenta puntos que deben encontrar un nuevo modo de sumarse al marcador. Y para ello, los Jazz no han contratado a ni un solo anotador de renombre, pero sí a un facilitador de primera categoría.

En Salt Lake City han jugado la carta de Ricky Rubio. Un jugador que, para empezar, encaja a la perfección en el ideario de compromiso defensivo y entrega que allí reina; y en segundo lugar, hablamos de un playmaker que viene a aportar un talento del que carecía el año pasado el equipo. George Hill, lo que tenía de anotador lo perdía como pasador (4,1 asist). Ricky, sin tener en cuenta sus dos últimos meses soberbios en la 2016-17 de cara al aro, viene con la misión de hacer algo que ni Hill ni Hayward tenían entre sus principales virtudes: hacer mejores a sus compañeros.

Ahí radica una de las principales esperanzas de Snyder esta temporada. En este vestuario hay jugadores con suficiente potencial para dar un salto ofensivo hacia adelante, y que sólo necesitan de un compañero que les tienda la alfombra roja; y ese es del Masnou. Derrick Favor, Rudy Gobert, Rodney Hood y Joe Ingles están llamados a convertirse en beneficiarios directos de la generosidad y visión de juego de Rubio

Luego, hay dos incógnitas más que pueden suponer el nitro que dé o no el impulso necesario para hacer de éste un equipo de playoffs, ya que cualquier signo de flaqueza implicará, automáticamente, el adiós a la postemporada.

Por un lado la necesaria eclosión de Dante Exum, que si se retrasa más puede que no llegue nunca, y en segundo lugar la tregua en las lesiones de Alec Burks; al pobre le ha mirado un tuerto. Desde que firmara en 2014 una extensión por 4 años y 42 millones de dólares, todo ha sido un camino de zarzas: el hombro, la rodilla, el tobillo, y la rodilla otra vez. Recuperarlo para la causa en buen estado de salud significa recuperar 14-16 puntos de promedio que caerían magníficos para un equipo incierto en su fervor anotador en la rotación.

Por último, será interesante ver cuál es el grado de dedicación e inspiración de un Joe Jonhson que se lanza a por los 37 años. Sigue siendo de los que te gana partidos en los diez últimos segundos, y se preveen no pocos finales apretados esta temporada.

A nivel global, veremos idéntica filosofía a la de estos últimos años a los mandos de Snyder. Sin Hayward, primará más que nunca el grupo por encima de lo individual. Los partidos se ganarán desde la defensa.

Si Ricky es el pundonor, Gobert es el talento innato; Utah cuenta, posiblemente, con el mejor defensor de la pintura que existe actualmente en la NBA. El francés, aspirante a Jugador Defensivo del Año, volverá a ser una máquina de taponar, rebotear e intimidar, y cuando corra hacia adelante esperamos no pocos alley-oops entre él y Ricky, al más puro estiro Lob City con DeAndre Jordan y Chris Paul.

El año pasado, la ecuación ataque/defensa de los Jazz fue polarizada y maniquea. El mejor muro de toda la liga —permitieron 97,5 puntos por partido— frente a la tercera ofensiva más inútil de todas —100,4 puntos—. Está claro cuál es el reto esta temporada: mantener su fiabilidad atrás —haciendo bueno el fichaje de Thabo Sefolosha— y mejorar ampliamente su fluidez adelante —atención especial al novato Donovan Mitchell—.

El jugador a seguir

Rodney Hood y Rudy Gobert a partes iguales. Ambos cumplen o han cumplido este año los 25, y ambos están ante su gran oportunidad. La de dar un paso de gigante en sus respectivos distritos.

La —ambiciosa— meta de Gobert, debe ser la de asentarse como un pívot de 20 puntos y 13 rebotes aprox. El año pasado vimos una progresión brutal —de los 9 a los 14 puntos— y este año se espera que no se detenga ni acomode. No ha tocado techo el galo aún ni mucho menos.

De Hood esperamos que convierta en regular lo esporádico; en frecuente lo noticioso. Más de una noche nos ha demostrado de lo que es capaz. Esta temporada hay confianza en que pueda seguir una senda similar a la que anduvo CJ McCollum hace un par de años, cuando explotó en ese jugador que todos sabíamos que escondía dentro. Sin ningún referente en ataque tras la salida de Hayward, es él quien debe presentarse como la primera alternativa. Rondar los 20 puntos por encuentro y hacerlo con buenos porcentajes, especialmente desde el triple, distancia desde la que debe aspirar a la frontera del 40 por ciento de efectividad, será su singular cruzada.

El pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, dará un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada 2017-18.

Demasiada anotación ha perdido Utah como para pensar que este equipo que mantenía una constante línea de mejora va a poder seguir, no ya creciendo, pero sí manteniéndose en lo logrado. Pronosticar otra temporada de 50 victorias sería realizar un ejercicio de locura, así que lo más probable es que veamos a los Jazz pelear por la última plaza de playoffs del Oeste rondando los 41 triunfos. Lo malo para la gente de Salt Lake City es que este paso atrás es un castigo inmerecido.

Anterior equipo analizado: L.A. Clippers. Próximo equipo: Cleveland Cavaliers.


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