Previa NBA 2022-23: Dallas Mavericks

Turno de la previa NBA 2022-23 Dallas Mavericks. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Dallas Mavericks

La plantilla

  • Movimientos en el mercado: Salidas de Jalen Brunson, Trey Burke, Marquesse Criss, Boban Marjanovic; llegadas de Christian Wood (traspaso), Tyler Dorsey y JaVale McGee.
  • Backcourt: Luka Doncic, Tim Hardaway Jr., Spencer Dinwiddie, Tyler Dorsey, Reggie Bullock, Josh Green, Frank Ntilikina, Theo Pinson.
  • Frontcourt: Christian Wood, JaVale McGee, Maxi Kleber, Dorian Finney-Smith, Davis Bertans, Dwight Powell, Boban Marjanovic.

Así encaran la temporada

Qué difícil es afrontar una temporada en la que has llegado claramente más lejos de lo esperado. Sea con un rendimiento sostenible o no, los Dallas Mavericks se plantaron el curso pasado en las finales de la Conferencia Oeste para resultar eliminados en seis partidos ante los a la postre campeones. Es cierto que la caída de Denver y Clippers por las lesiones o de los Lakers y los Jazz por todo un poco dejaron un Oeste algo debilitado. Pero los Mavs apearon al que durante meses fue el equipo favorito a llevarse el anillo. Su situación se parece sospechosamente al que vivieron los Atlanta Hawks la temporada pasada, pero como tender puntos entre ambos sería un ejercicio de pura casuística, dejaremos volar el optimismo.

De todas formas, el caso de los Mavericks me parece más sostenible porque su crecimiento se ha dado siendo conscientes de las limitaciones de la plantilla. El error cometido con Porzingis provoca que el margen de mejora de la plantilla sea limitado, pero el gran trabajo de Jason Kidd ha hecho subsanar la situación. En parte con el acierto de la marcha del letón en un movimiento arriesgado. Lo lógico es que un proyecto como el de Dallas apueste por mantener el núcleo intentando introducir mejoras sustanciales a la espera de un gran salto. Aunque quizás preocupe la mejora general de la Conferencia Oeste. No obstante, de una forma u otra, la construcción del equipo pinta ser bastante diferente a la del curso pasado.

El ataque de los Mavericks va a seguir dependiendo en su gran mayoría de los aclarados y pick-and-rolls que ejecute Luka, pero el cambio en el que está llamado a ser el segundo espada en ataque altera todo lo que queda alrededor del esloveno. Desde la llegada de Doncic el conjunto texano ha implorado por la aparición de un manejador secundario que quitase peso creativo de las manos de la estrella y pudiese ocuparse de organizar al equipo en las fases sin él. La explosión de Jalen Brunson venía a representar justo eso. Fue bonito mientras duró. Su lugar en la jerarquía lo ocupará Christian Wood y su rol, con todas las comillas que se le quieran poner, Tim Hardaway Jr. En realidad, lo más probable es que lo reparta con Spencer Dinwiddie, aunque en el caso del base será más una expansión de sus labores el año pasado.

Todo esto no implica que el resultado final sea necesariamente peor a la espera de ver cómo funciona sobre la cancha. Pero siempre que hay un cambio tan drástico en las sinergias de un conjunto bien engrasado, es lógico que aparezcan ciertas dudas. Sobre el papel, Wood va a ser el bloqueador más versátil con el que jamás ha jugado Luka —conociendo la versión de Porzingis que se vio en Dallas—. Buen tirador de tres en el pop —39,7% en triples sin bote—, amenaza vertical para finalizar los alley-oops y capacidad de resolver situaciones más complejas recibiendo a la altura del tiro libre. Quizás le falte cierta sensibilidad en la distribución, pero la orfebrería de Luka y la coexistencia con Dinwiddie seguramente le quiten esa responsabilidad de encima.

Fuera del bloqueo y continuación, el pívot es un jugador autosuficiente en aclarados de cara al aro. Wood se ha mostrado devastador atacando con su primer paso y sorprendente buen manejo de balón ante los interiores que le suelen defender. Todo ello en equipos tan mal trabajados el el espaciado como Rockets y Pistons. En Dallas va a gozar de avenidas interiores que pueden disparar la eficiencia de estas jugadas en solitario, su amenaza al tiro o secuencias en las que pueda ser agresivo sin tener que generarse la ventaja él mismo.

No obstante, también trae consigo un par de asteriscos que ponen en duda su aclimatación inmediata. La primera mácula de su expediente reciente es el apartado defensivo. En teoría, Wood debería ser un interior capaz de sobrevivir a casi cualquier cambio de asignación con jugadores de perímetro y un potable defensor en ayudas. Nunca sería una de las voces cantantes en la defensa de acosos y rotaciones que propone Jason Kidd, pero el técnico ya ha demostrado poder paliar la presencia de perfiles como el suyo. Sin embargo, su rendimiento atrás ha caído en picado con continuos despistes y jugadas en las que o bien llega un segundo tarde o le rebasan con facilidad. Si esto simplemente se debe a una falta de actitud por la nula motivación de perder noche tras noche, los Mavericks habrán sumado un perfil interesante. Si no…

El otro asunto está en su carácter, conocido por ser volcánico de puertas hacia adentro. De nuevo, Dallas era un grupo que, especialmente tras la salida de Porzingis, parecía respirar completamente al unísono. Por si fuese poco, todo apunta a que partirá como sexto hombre para el comienzo de la temporada. Esto podría dar ciertos problemas si el jugador se ve herido en su ego, pero lo más normal es pensar que esta es una decisión consensuada con Kidd. Aún así, más allá de la gestión personal, también conlleva ciertas interrogantes deportivas. ¿Qué esperan los Mavs de Wood saliendo desde el banquillo?

En principio habría que descartarle como punta de lanza de la segunda unidad y optar por una vía algo menos extrema y más en comunión con lo visto el año pasado. Seguramente lo que pretenda Kidd sea contar con al menos dos integrantes de la tripleta Doncic-Dinwiddie-Wood como jugadores capaces de generar para sí mismos y/o para el resto con consistencia.

El último interrogante que me permite plantear la maquetación de esta previa es la selección del quinteto tipo para cerrar los partidos apretados. Durante los últimos playoffs, cuando llegaban los momentos de la verdad, los Mavs solían cerrar los partidos con Luka, Bullock, Finney-Smith, Maxi Kleber y Dinwiddie o Brunson. El plan básicamente era llenar el quinteto con todos los especialistas defensivos y buenos tiradores para darle las llaves a Luka, generar un missmatch y jugar cinco abiertos.

Puesto así, la nueva configuración de la plantilla genera preguntas como quién se caerá de esa alineación, si Wood sabrá esperar como cinco abierto y morder en defensa o si Dinwiddie se quedará cerca del nivelazo que dio en el clutch el curso pasado. Hay que recordar que hasta la pasada campaña los Mavs habían sido un equipo que sufría mucho en finales apretados y que solo lo pudo paliar a través de un rendimiento defensivo mayúsculo.

El jugador a seguir

Josh Green.

Ahora que he llamado vuestra atención, vamos a hablar de Luka Doncic. Realmente no sé si el esloveno puede jugar mejor de lo que lo hizo a partir del pasado enero. En ciertos puntos se le ha achacado su falta de físico y frescura en instantes finales. Pero, dada su morfología, pocos jugadores son capaces de absorber el volumen de juego que él carga sobre sus espaldas con su grado de excelencia. Toca una vez más apelar a ese esperado cambio físico que le lleve su durabilidad al siguiente nivel, lo cual no parece demasiado realista a estas alturas y viendo lo que se ha visto en el Eurobasket.

Luka comenzó francamente mal el curso pasado y agradeció el descanso que le otorgó su lesión de tobillo para descansar y cambiar su plan de alimentación y ejercicios. Con suerte podrá retomar esa rutina esta vez desde el día uno. A partir de su regreso Doncic promedió 30,1 puntos, 8,8 asistencias y 9,7 rebotes en 43 partidos. Estadísticas que serían máximas de carrera y a las que sumar porcentajes por encima de su media y un despliegue defensivo en las ayudas inédito desde que llegó a la NBA. De lo que supone en playoffs su fuego competitivo no hace falta ni hablar.

Si le respetan las lesiones y él se respeta un mínimo a sí mismo, Doncic será candidato al MVP y situará a Dallas cerca del factor cancha en el Oeste. Las dudas surgen, como se ha comentado anteriormente, de su acompañamiento. Rodear al esloveno de buenos defensores y tiradores es una fórmula letal por momentos, pero no puede convertirse en el discurso principal de los Mavs. Tener al lado a Dinwiddie y a Wood para librarse de los dos contra uno que recibe es un paso. Pero poder dejar la pelota en manos de Brunson y despreocuparse durante tres, cuatro o cinco posesiones es algo que rara vez va a suceder este curso. Y la experiencia nos cuenta que Luka goza mucho más en ese contexto.

Previa NBA 2022-23 Dallas Mavericks, el pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2022-23.

Como bien dice David es complicada situación la de los Mavs tras haber llegado tan lejos en primavera. No es razonable pedirles otras WCF, pero tampoco es una locura aspirar a ello porque tienen a Luka. Para este curso Wood es la llave. Debido a mi nula confianza en Porzingis y que lo de Brunson fue más bien a final de regular season creo que los Mavs pueden mejorar un poco en el planteamiento de construcción de equipo a medio plazo a la vez que caigan algún puesto en la clasificación. Pronóstico: 48 victorias, 13º mejor balance de la NBA.

Anterior equipo analizado: Boston Celtics. Próximo equipo: Golden State Warriors.

(Fotografía de portada de Harry How/Getty Images)


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