Las ciudades de Denver y Portland se teñirán un año más del color de los playoffs tras cumplir los pronósticos a pesar de una temporada especialmente complicada en distintos frentes.
Lesiones importantes, movimientos antes del cierre de mercado y rachas dispares componen el storyboard de dos franquicias que finalmente se han asentado en la zona noble de la Conferencia Oeste gracias a una segunda mitad de campaña muy sólida. En el caso de Portland, las últimas tres semanas del curso.
Así, los de Colorado finalizaron la regular season en tercera posición de la Conferencia Oeste, mientras que los Blazers esquivaron el play-in gracias a su sexto puesto final. Ahora, ambos conjuntos volverán a medirse en playoffs después del enfrentamiento protagonizado en la edición de 2019. En aquella ocasión, los de Oregon se impusieron en Semifinales de Conferencia tras una memorable eliminatoria decidida en el séptimo partido.
Mientras los focos señalan a un valor seguro como Los Angeles y las insurrecciones protagonizadas por Utah y Phoenix, tanto Nuggets como Blazers arrancan los playoffs con la etiqueta de underdogs y muchas ganas de amenizar el torneo.
¿Qué versión esperar de los Blazers?
La campaña de los Blazers ha estado marcada por la irregularidad, las graves carencias defensivas y un Damian Lillard en estado de gracia para sacar las castañas del fuego. En ocasiones, el equipo dirigido por Terry Stotts dio la impresión de ansiar la ventaja de campo mientras que, en otros tramos del curso, mostró una versión mucho más vulnerable incapaz de eludir el torneo play-in. Tal fue la inestabilidad de los de Oregon que, por primera vez en su historia, firmaron un mejor récord como visitante (22-14) que en el Moda Center (20-16).
A estas alturas de la película nadie va a descubrir la importancia de Lillard dentro del sistema de Portland. El base ha completado otra temporada sobresaliente (28,8 puntos y 7,5 asistencias) en la que ha vuelto a tirar del carro, ya fuera por la ausencia de piezas importantes o por la tendencia natural de los Blazers a estirar al máximo los enfrentamientos.
De hecho, hasta 37 partidos de los de Oregon se decidieron en el clutch. 24 de ellos se saldaron triunfo (el 57% de sus victorias) gracias a 162 puntos de Lillard, máximo realizador de la NBA en este tipo de escenarios. Solo Brooklyn Nets (27), Philadelphia 76ers (25) y Phoenix Suns (25) lograron más victorias en el clutch.
La ausencia de Jusuf Nurkic durante gran parte del curso desmoronó por completo la defensa del equipo, hasta el punto de caer hasta la segunda peor de toda la liga. A su regreso, los Blazers recondujeron el rumbo y apagaron el incendio con unas últimas tres semanas a muy alto nivel: diez victorias en trece partidos, el mejor ataque de la liga y una defensa que pasó a encajar cinco puntos menos por cada cien posesiones.
De este modo, la presencia del bosnio se erige como fundamental como cerrojo del juego previsible de los Blazers: poca circulación del balón (equipo que menos pases por partido reparte), muchos aclarados (líderes de la competición) y un volumen de lanzamiento exterior tan solo superado por los Utah Jazz. La receta es sencilla: anotar más y mejor que el rival para ocultar sus carencias en la retaguardia.
Unos playoffs sin Jamal Murray
Las Finales de Conferencia Oeste alcanzadas el pasado año fueron interpretadas como la señal inequívoca de que el proyecto avanzaba en el camino correcto. Posteriormente, la incorporación de Aaron Gordon antes del cierre de mercado supuso un doble golpe de efecto: primero, reparar las grietas de la agencia libre y, segundo, avisar a los cocos de la Conferencia Oeste de que iban a por todas.
Sin embargo, la mala fortuna se cruzó en su camino en forma de lesión. Jamal Murray decía adiós a la temporada el 12 de abril debido a una rotura de ligamentos en la rodilla. Entonces, muchos vieron esta baja como un golpe sin respuesta a sus expectativas. Inmediatamente, los Nuggets dejaron de ser una amenaza.
La respuesta, no obstante, fue magnífica. Los de Mike Malone registraron un récord de 13-5 sin Murray. La fórmula del éxito fue sencillo: aportar, entre todos, un granito de arena más para paliar su ausencia. Principalmente, un Nikola Jokic que reafirmó su candidatura para el premio al MVP de la temporada y un Michael Porter Jr. que exhibió su potencial de estrella.
No obstante, los playoffs siempre exigen una vuelta de tuerca más. Los Nuggets todavía disponen del arsenal suficiente para hacer mucho ruido, pero es en los playoffs donde echarán de menos las rachas anotadoras de Murray. Como precedente no hace falta irse más allá de los playoffs de 2020, donde el guard demostró lo mucho que significa para su equipo.
Nuevamente, Porter Jr. parece el hombre indicado para llenar su vacío y tomar las riendas en los momentos calientes. El alero cerró el curso con un promedio de 23,5 puntos en sus últimos 17 partidos. Ahora bien, ¿estará preparado para cargar con el peso de la responsabilidad en una eliminatoria de post-temporada?
Precedentes y claves de la serie
Ambos equipos se midieron en tres ocasiones durante el curso, con un head-to-head favorable a los Nuggets con dos victorias sobre una de Portland. No obstante, ambos triunfos se decidieron por seis puntos combinados y el de los Blazers coincidió con su cierre de campaña al alza. De hecho, este triunfó les permitió asegurar la sexta posición tras empatar en la clasificación con Mavericks y Lakers.
Dado eso, es muy posible que la eliminatoria sea tan impredecible como lo fue el rumbo de los dos equipos a lo largo del curso. La inercia final es positiva para los intereses de los Blazers, pero Denver conforma un grupo más sólido y cohesionado.
El principal desafío para Terry Stotts será poner coto a la pareja formada por Jokic y Porter Jr. El serbio promedió 29 puntos en sus tres enfrentamientos contra Portland, sin tanto peso en la creación (cuatro asistencias por duelo). El trabajo de desgaste de Nurkic será vital, mientras que la contención de Porter Jr. recaerá principalmente sobre Robert Covington. Queda por ver si Stotts recuperará la confianza en Derrick Jones Jr. o si este quedará definitivamente relegado al ostracismo.
Así, la química que tienen Jokic y Porter Jr. tejerá el rumbo ofensivo del equipo. De hecho, hasta 136 veces ha asistido el serbio a su compañero este curso. Solo cuatro dúos superaron esta cifra: Russell Westbrook y Bradley Beal (139), Trae Young y John Collins (141), Chris Paul y DeAndre Ayton (143), y Draymond Green y Stephen Curry (194). No obstante, la visión de Jokic y la gran envergadura de Porter Jr. convergen en un tándem con un gran número de alternativas, además de las oportunidades generadas para el resto de compañeros.
Por su parte, los Blazers deberían de ser fieles a su estilo de juego y apoyarse en el tridente formado por Damian Lillard, C.J. McCollum y Jusuf Nurkic. A mayores, un Norman Powell que aterrizó en Oregon durante el trade deadline para aportar otra vía más de anotación exterior. Y ojo que aquí puede estar una de las claves de las eliminatorias.
Los Nuggets son el noveno equipo que más intentos de tres puntos reciben por partido. Y como recordábamos antes, solo los Jazz lanzan más triples que Portland. Por si fuera poco, el juego exterior de los de Mike Malone está renqueante: sin Jamal Murray y con un Will Barton que se espera que regrese a la acción tras un mes de baja por problemas musculares. ¿Serán suficientes los Facundo Campazzo, Monte Morris y Austin Rivers para contener las acometidas de Damian Lillard y compañía? El punto de equilibrio lo puede ofrecer Aaron Gordon, tanto en defensa para aplacar a los guards rivales, como en ataque mediante sus cortes a canasta.
Conocidas de sobra las virtudes ofensivas de ambos conjuntos (recordemos aquí a secundarios como Carmelo Anthony, Paul Millsap, Anfernee Simons o P.J. Dozier), es muy posible que termine por llevarse el gato al agua aquel que sea capaz de defender un poquito mejor que el otro y reducir la producción de sus principales armas.
(Fotografía de portada de Matthew Stockman/Getty Images)