Trail Blazers: ¿Bache? ¿Crisis? ¿Simmons?… ¿Tanking?

Han sido siete derrotas consecutivas. Son bastantes. Excesivas para un equipo que se ha convertido en un indiscutible en postemporada en los últimos tiempos hilando, ya, ocho años de playoffs ininterrumpidos.

Actualmente acumulan la peor racha de la Conferencia Oeste (junto a OKC) si nos remitimos a los diez últimos partidos (3-7), y son undécimos con un récord de 13 victorias y 18 derrotas, un puesto por debajo de los play-in y a tres triunfos de la clasificación directa sin tener que pasar por lo más parecido al juego del calamar que se inventó Adam Silver para salvar la NBA durante de la burbuja de Orlando en una maniobra que llegó para quedarse.

Los Blazers están rindiendo por debajo de la mayoría de pronósticos, incluidos los nuestros de hace dos meses y medio y donde los colocamos, en el peor de los casos, entre los puestos 7º u 8º, con la gran ventaja que ello implica, pues debes ganar un sólo encuentro y no dos al 10º y 9º clasificado respectivamente. En un Oeste donde de 15 equipos 12 son burguesía, esa ‘derrota extra’ es todo un regalo.

No Dame Time

Damian Lillard era, ha sido (y todavía es) el gigantesco argumento para colocar a los Trail Blazers tan arriba un año tras otro. Y es por ello que su notable bajón de rendimiento es causa directa de su actual diciembre negro. El point guard está teniendo el mismo protagonismo de siempre tanto en minutos (36,4) como en peso ofensivo (19 tiros por encuentro a canasta), pero su eficacia ha sufrido un serio desplome: por primera vez está lanzando por debajo del 40% en tiros de campo; y desde el triple el colapso es casi mayor.

DAMIAN LILLARDPromedio en su carrera2020/212021/22
Puntos por partido24,628,822,8
Tiros de campo% 43,745,139,4
Triples% 37,239,131,5
Win Share9,2310,41,8
VORP 4,24,80,5

La tabla habla por sí sola. A nivel de plantilla, el sólo traspaso de Carmelo no cabría como justificante, ni mucho menos, como para explicar que las defensas se ciernen mucho más ahora sobre Lillard debido a la escasez de variantes ofensivas. De hecho, la marcha de Melo a los Lakers vino contrarrestada con la extensión de Norman Powell por cinco años o el fichaje de Ben McLemore, el cuál, por cierto, poco impacto en la rotación está teniendo habida cuenta de lo bien que viene lanzando de tres (41,2% en 3,6 intentos).

No cabe duda que es el cortocircuito en ataque de Portland (ya que la defensa sigue igual, o sea, horrible), la causa directa y razón de ser de que tengamos a los Blazers tan alejados de su ritmo esperado de victorias, no pudiendo tardar mucho más Chauncey Billups en detectar y resolver la episteme. Ya se reduzca el escape a una sola fuga o a varias en coordinación.

PORTLAND TRAIL BLAZERS2020/212021/22
Offensive rating117,1 (2º)109,4 (17º)
Defensitve rating 115,3 (29)112,3 (27º)

Porque en la enfermería no reside el asunto. Dame lleva disputando menos de setenta partidos los dos últimos cursos (aunque la 2020/21 tiene trampa), y eso no afectó a la clasificación final. En el actual ha jugado 24 de 31 posibles, pero su presencia ha sido insuficiente para salvar de la quema a los suyos en multitud de encuentros.

De Terry Stotts criticábamos siempre su tendencia a explotar a los titulares haciéndolos llegar fritos a playoffs, pero al menos era un Fast Ferry en temporada regular. Billups, por el momento, no logra hacerse a la plantilla ni esta al técnico novato, y con la temporada superando su primer tercio, la situación empieza a tomar un cariz de urgencia que, a su vez, se abre a dos enfoques subordinados.

El calendario: ¿realidad o trampantojo?

El primero quiere invitar al optimismo, y es que si nos vamos al Remaining Schedule Strength de Tankathon por ejemplo, esto es, la dificultad del calendario restante para cada una de las franquicias de aquí al final de temporada, la pendiente de los Blazers no es hacia arriba sino hacia abajo. El segundo más asequible sólo tras los Cavaliers. Mascaito a priori, vamos.

Sin embargo, esta premisa está coja y sesgada por sí sola, y si la contextualizamos un poco puede que el calendario deje de ser tan halagüeño.

El RSS se calcula partiendo de la clasificación a tiempo presente, por lo que no se tiene en cuenta apenas las dinámicas de los equipos. Y como decíamos antes, no es solo que el Oeste esté peleón casi de la cabeza a los pies, sino que muchos de esos equipos que deberá enfrentar varias veces Portland de aquí a mayo cada vez venden más cara su derrota.

Hablamos de San Antonio, eterno competidor y que va a morir por los play-in, hablamos de los Pelicans, despertando por fin de su letargo incluso sin Zion Williamson, y hablamos de Rockets o Thunder, con rachas de juego y victorias que no invitan tanto al taking descarado como en un principio cabía suponer.

En Teamrakings conceden a los Blazers, a día de hoy, una probabilidad de alcanzar las eliminatorias del 38%, por debajo de otros nueve equipos (Jazz, Warriors, Suns, Grizzlies, Mavericks, Nuggets, Clippers, Timberwolves y Lakers). Es decir, sólo rebasarían a los Kings de entre los conjuntos que actualmente disfrutan de mejor récord que ellos en la clasificación.

Tomando aire

Y todos estos datos eran tremendamente peores hace sólo cuatro días, momento en que empezó a incubarse este artículo y antes de que los Blazers lograran dos triunfos consecutivos y vitales (Hornets y Grizzlies) para volver a insuflarles algo de vida y esperanza.

Con un Lillard de nuevo espectacular y que parece obligado soportar sobre sus hombros todo el peso del destino de Portland esta temporada. Un traspiés suyo en forma de lesión y adiós playoffs, pues no parece haber, como en cursos anteriores, armario suficiente ni poder de conjunto para poder sobrevivir a una baja prolongada de su máxima estrella.

Navidad: a esquivar el carbón

El miércoles, la franquicia cierra ruta e carretera ante los Pels para dar la bienvenida a una serie terrible de rivales que, de no salir bien parados, podemos anticipar a unos Blazers con el destino casi sellado nada más arrancar el 2022: Nets, Mavs, Jazz, Lakers, Hawks, Heat y Cavs es la sucesión que le espera hasta el 8 de enero. Prohibido relajarse. Turno de dar el do de pecho si quieren seguir con opciones en primavera.

El tanking, último interrogante del titular, es, obviamente, impensable a estas alturas y podríamos afirmar que incompatible con varios de los jugadores de este plantel. Sin embargo, quizás debamos ser conscientes de que Lillard cumplirá los 32 años el próximo julio, y le restan todavía tres otros años de contrato máximo y unos 136 millones de dólares por cobrar, sin contar los 39,3 de este curso. Su prime como All-NBA, si todo va bien, debería aguantar hasta las últimas bocanadas de dicho acuerdo (salvo que sea un LeBron o un Chris Paul, entonces aún le daría para firmar otro igual de descomunal).

Pero la verdad, dura, abofetea ya con un statement casi irrefutable: la dupla Lillard-McCollum se retirará sin anillo como comandantes de los Blazers. Ambos no han sido suficientes y lo máximo que les ha dado hasta la fecha es para unas Finales de Conferencia en 2019 donde fueron borrados del mapa por los Warriors por un 4-0.

¿Aló? ¿Es Elton Brand?

Y llegados aquí, no tanto por sellar el acuerdo del siglo sino por la cada día más improrrogable necesidad de encontrar un relevo, un futuro para esta generación de jugadores que no ha hallado en el Draft su réplica (C.J. Elleby, Nassir Little, Anfernee Simons…), es hora de empezar a mirar con buenos ojos la posibilidad de incorporar a Ben Simmons, All-Star de 25 años y de los mejores defensores de la NBA, a sus hambrientas filas y su famélico líder.

Como posdata no menor, Dame Lillard, el buque, faro, timón y remero de los Trail Blazers, ha declarado que quiere a Ben Simmons compartiendo con él perímetro y casaca.

«Según The Athletic, los de Oregón estaban dispuestos a enviar un paquete compuesto por C.J. McCollum, Nassir Little o Anfernee Simons y una primera ronda del draft. Sin embargo, los 76ers solicitaron incluir varias rondas futuras y swap picks, a lo cual los Blazers se negaron».

Quizás sea el momento de revisar una vez más este borrador de acuerdo del pasado 6 de diciembre y ceder, dadas las circunstancias, alguna de esas otras futuras rondas del draft, sobre todo si los Blazers tienen aún interés en salvar la presente temporada y dejar de vivir en la casa de la gominola de la calle de la piruleta donde Dame y C.J. son la ley.

(Fotografía de portada de Steph Chambers/Getty Images)


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