Solo Red Auerbach ha completado más temporadas que Doc Rivers en el banquillo de los Boston Celtics. El ahora entrenador de Philadelphia dirigió a la franquicia más laureada del baloncesto estadounidense durante nueve años alzándose campeón en 2008 y llegando a las finales en 2010. Desde el primer hasta el último de sus días de verde, Danny Ainge fue el general manager de la organización. «Significa un mundo. Una semana después de que me despidiesen de Orlando me llamó y me dijo: ‘Tú eres lo que necesitamos’. Creyó en mi».
Rivers aún estaba sorprendido por la noticia de la renuncia de su amigo, pero no perdió la oportunidad de destacar la figura de Ainge en los años previos al anillo. «El primer año fue bueno [04-05], terminamos campeones de división. Pero decidimos dar un giro al proyecto. La gente no sabe lo difícil que es afrontar dos años de reconstrucción, escuchar abucheos en la grada y ver que tu equipo pierde todas las noches».
También sacó a relucir algunos detalles de su relación con el ya exdirectivo celtic que chocan levemente con la percepción que se tiene de su trabajo en los últimos años. «Se la juega mucho. Lo adoraba. Le encantaba tomar decisiones [arriesgadas]. A veces teníamos choques, pero yo confiaba plenamente en él. Le decía «ve a por ello. Sé que tienes ganas de apretar el gatillo así que hazlo».
Por último, se alegraba de que Brad Stevens haya cogido el relevo. Aunque le advierte de las dificultades que le tocará afrontar de aquí en adelante, cree que ha dado el paso adecuado. «He hablado con él esta tarde y te puedo decir que está en el mejor sitio posible. Te lo aseguro».
(Fotografía de portada de Elsa/Getty Images)