Las reacciones a la dura derrota sufrida por los Golden State Warriors frente a los Minnesota Timberwolves no se han hecho esperar, y parece que las declaraciones de Draymond Green apuntan ahora más a luchar por el campeonato que por el récord de las 73 victorias.
En unas declaraciones recogidas tras el choque por ESPN, Green se mostró algo menos seguro de lo que en él es habitual. El periodista le preguntó si el equipo estaba distraído por el ruido mediático generado al encontrarse tan cerca del récord, a lo que el jugador respondió que «honestamente debo decir que sí», aunque luego se corrigió y aseveró que «bueno, quizás no diría exactamente eso». El ala-pívot explicó que lo que le pasaba al equipo era más causa del aburrimiento que de la falta de concentración, «forma parte de la naturaleza humana estar, de algún motivo, preparados para terminar la temporada regular. Hablamos de 82 partidos, cuesta no aburrirse después de un tiempo. Y no es una excusa, simplemente intento ofreceros la realidad de lo que vivimos. Llega un momento en el que sientes que estas listo para que se acaben los partidos de temporada regular», sentenció el de los Warriors.
Sin mencionar de nuevo la posibilidad de batir la marca histórica de victorias en poder de los Chicago Bulls de la temporada 1995-96, Green habló del que debe ser el objetivo real de Golden State. «Debemos ser un equipo suficientemente bueno como para mejorar en los partidos que quedan y tratar de entrar en los Playoffs de la mejor manera posible, evitando tropiezos en las rondas decisivas, debemos estar centrados en eso. Para ello debemos acabar fuertes la temporada regular», apostilló el jugador.
André Iguodala se sumó a esta linea de opinión cuando afirmo sobre el parqué que «no estoy preocupado por el récord, tan solo es un tema de conversación».
La repentina importancia del duelo ante San Antonio
El partido que dirimirán Spurs y Warriors el jueves en el otrora invicto Oracle Arena puede resultar más crucial de lo que se pensaba hace apenas una semana. Una nueva derrota ―supondría la tercera en cuatro partidos tras no haber perdido ningún encuentro como local en toda la temporada― de los de La Bahía en casa podría hacer tambalearse los cimientos de un equipo que parecía inabordable.
Por el contrario, superar al segundo mejor equipo de la liga puede suponer un balón de oxígeno para estos fatigados Warriors, a los que «solo» les quedarían los débiles Grizzlies en dos ocasiones y conseguir robar una victoria del fortín de San Antonio. El único elemento que puede hacer perder trascendencia al encuentro es el impredecible Greg Popovich, que podría optar por dejar al choque huérfano de emoción reservando a sus mejores jugadores para el envite en San Antonio del domingo.