Las elecciones de los integrantes del All-Star Game son siempre motivo de controversia, y últimamente da la sensación de que hay demasiados nombres a los que parece injusto dejar fuera. Es habitual hablar de que en la NBA hay ahora mismo más talento que nunca, y aunque esta es una afirmación que no puede ni demostrarse ni refutarse, sí que da la impresión viendo los hombres que no estarán en el partido de las estrellas de que, por decirlo de alguna manera, hay más jugadores con categoría de All-Star de los que son realmente convocados al partido.
Ante esto, no son pocos quienes consideran que la cifra de 24 jugadores en el evento empieza a quedarse corta y que es necesario ampliar las plantillas. Y uno de los últimos en manifestar públicamente esta opinión ha sido J.J. Redick, que ha defendido la necesidad de agrandar los equipos.
«Cuando pensamos en los mejores jugadores de una época, la cantidad de All-Stars en los que han jugado es un factor que determina cómo son percibidos en la historia» aseguró. «Estar en un All-Star es significativo para un jugador, es una forma de sentirte validado. Aporta valor a su juego y a sus carreras, y tiene peso a la hora de discutir su legado histórico. Y no solo es importante para el jugador, también lo es para su equipo, para los aficionados y para la ciudad. Es parte de la historia de la liga, pero ahora mismo es más difícil que nunca para los jugadores ser elegidos para el All-Star».
«Creo firmemente que la NBA debería ampliar las plantillas del All-Star» prosiguió. «Hemos expandido la liga y hemos expandido la cantidad de talento. Ya es hora de que haya unos cuantos jugadores más que reciban esta recompensa».
Por un lado, es cierto que la lista de jugadores que podrían haber sido seleccionados sin que a nadie le escandalizase es muy amplia. Domantas Sabonis, Trae Young, Alperen Sengun, Kristaps Porzingis, De’Aaron Fox, Jamal Murray, Rudy Gobert, Lauri Markkanen… Y seguramente haya argumentos para varios más. Que el nivel de talento es tan alto que hace complicadísimo ser All-Star es indiscutible.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que decir que solo hay 24 All-Stars cada año es una verdad a medias. Porque, sin ir más lejos, este mismo año es muy probable que Joel Embiid y Julius Randle no puedan estar en el partido por problemas físicos, lo cual abrirá la puerta a dos hombres más. Y esto es algo bastante frecuente. En las últimas tres ediciones ha habido un total de 27 All-Stars debido a las bajas y reemplazos, de modo que la lista ya se amplía cada año en cierta manera. Aunque es cierto que una ampliación que depende exclusivamente de lesiones no es la más consistente del mundo.
En cualquier caso, podría argumentarse también que es precisamente lo selecto que es el grupo lo que le da algún valor, y que si se decide aumentar el número de jugadores que participan podría incluso mirarse con cierto recelo a aquellos que han entrado en la lista debido a esta ampliación. Pero a su vez, no deja de ser innegable que hay varios hombres sobradamente merecedores de ser parte del evento que van a tener que verlo desde la grada, por la tele, o simplemente no verlo porque es un bodrio.
(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)