Los Warriors han dado un paso importante para estar presentes en el play-in venciendo a los Spurs por 113-117. Los californianos se sitúan así con un balance de 40-34, lo cual vuelve a colocarlos con dos partidos de diferencia sobre los Houston Rockets, que vieron truncada su racha de victorias. No obstante, al tener ganado el desempate, esta distancia es a efectos prácticos de tres partidos, lo cual, con solo ocho por jugarse, les deja con un pie y medio en las eliminatorias de clasificación para los playoffs.
El triunfo en San Antonio no fue ni mucho menos sencillo, y de hecho los de Kerr rozaron la tragedia cuando un parcial de 15-4 en el tramo final estuvo a punto de dar lugar a un nuevo descalabro en el último cuarto. El choque, que parecía relativamente resuelto gracias a un triple de Stephen Curry que puso el 96-109 a falta de 4 minutos, llegó de repente a los últimos segundos con solo una posesión de diferencia en el marcador, pero Klay Thompson se encargó de devolver la tranquilidad a los visitantes con un triple que pudo valer medio billete al play-in.
El escolta compensó así una noche bastante desacertada en la que, como de costumbre, tuvo que ser Steph quien llevase las riendas. Con 33 puntos, 12 de ellos en el último cuarto, el base se echó al equipo a la espalda y orquestó todo su juego ofensivo gracias a sus triples (7/15) y a sus asistencias (8), dando lugar a buenos tramos que a ratos invitan a creer en este equipo. Sin él, no obstante, las costuras se hicieron más evidentes, pues jugadores llamados a ser importantes como Klay o Wiggins se combinaron para un 7/26 en tiro y en general fueron pocos los secundarios capaces de dar un paso adelante.
Sí cumplió Draymond Green, que demostró lo importante que puede llegar a ser cuando se centra en jugar y se olvida de otras polémicas. Si bien su impacto no siempre va acompañado de números que lo evidencien, esta madrugada sí estuvo respaldado por sus estadísticas, que con 21 puntos, 11 asistencias, 6 rebotes y 6 robos evidenciaron su magnitud a ambos lados de la cancha. El ala-pívot, no precisamente conocido por sus capacidades anotadoras, vivió una gran noche en este aspecto al fallar solo uno de sus nueve lanzamientos a canasta, convirtiéndose en el mejor socio de Curry y en un arma inesperada pero muy necesitada por los visitantes.
Los Warriors sobrevivieron así a otra gran noche de Victor Wembanyama, que continúa firmando actuaciones que asustan en un jugador que no ha completado aún su primera temporada en la NBA. Con 32 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias, 4 robos y 3 tapones, el pívot volvió a comandar a los Spurs y a mantenerlos con vida en un duelo en el que estuvieron cerca de dar la machada ante un rival que se está jugando la vida. Con Wemby a este nivel, no cabe duda de que pronto serán los texanos quienes lleguen al tramo final de la liga regular con algo en juego.
(Fotografía de portada: Ronald Cortes/Getty Images)