Si hace unos días hablamos de milagro de los Spurs, ahora toca poner a éste nombre y apellido: Victor Wembanyama. Ha nacido una estrella y todos los sabíamos. Cuando el número 1 del draft de San Antonio se comparó con aquel día que eligieron a Tim Duncan, los augurios no iban nada desencaminados. Sí, queda mucha tela por cortar, pero es que el jugador francés lleva cinco partido en la NBA y ya está dando sensación de superioridad.
Anoche, visitando a unos Suns que se cuentan entre un grupo de tres o cuatro favoritos al anillo, el joven galo de 19 años impuso su ley con 38 puntos, 10 rebotes y un 57,7 por ciento en tiros de campo. Tuvo acciones espectaculares, pero más que eso fue efectivo; tanto es así que llevó a los Spurs a la victoria por 121-131 para colocarlos con un balance positivo de 3-2. Disfruten.
Wembanyama no solo jugó a un nivel espectacular, sino que lo hizo cuando más importaba. Tras ver a Phoenix levantar una desventaja de 27 puntos para igualar el choque a 116 con algo más de cuatro minutos por jugar, el novato de los de Texas se hizo cargo del partido para hacer 10 puntos en un parcial de 12-0 de los Spurs. Así es. Ya está preparado para tomar el mando aunque delante haya dos estrellas consagradas como Kevin Durant y Devin Booker (regresaba anoche tras lesión).
«Alguien tiene que hacerlo. Mañana podría ser uno de mis compañeros», comenta Wemby antes de que el propio Gregg Popovich dejase claro que su baloncesto fue fantástico. «Es un jugador multifacético, capaz de pasar al compañero abierto. Tiene confianza en sí mismo. Hizo algunas jugadas que fueron increíbles. Esa combinación es bastante buena», señala.
El francés estuvo genial, pero no solo. San Antonio contó con hasta cinco jugadores más que superaron la decena de puntos, destacando los 19 de Zach Collins, los cuales acompañó con 8 rebotes y 4 asistencias, así como los 17 de Devin Vassell con un perfecto tres de tres en triples.
Phoenix, en desarrollo
Así es. Aunque juntar a tres súper estrella suena genial, la historia –Brooklyn Nets– nos ha demostrado que no vale con que se reúnan un día y salgan a jugar. Devin Booker volvió anoche con 31 puntos, pero se ha perdido tres partidos; mientras que Bradley Beal ni siquiera ha podido debutar. El único sano es Kevin Durant, pero de poco sirve, ya que necesitan compartir minutos en pista y generar hábitos sobre el parqué. En este partido lucharon tras el descanso, pero les falta consistencia. «Salimos y peleamos en la segunda mitad. Ahora vamos a intentar juntar dos mitades para poder jugar un partido completo», expresaba un disgustado Booker.
(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)