Insisten los Celtics ante el distanciamiento entre Kemba y Charlotte

Que los Charlotte Hornets iban a vérselas negras, negrísimas para renovar a su All-NBA lo sabíamos desde el instante en que el equipo se quedaba (por tercer año consecutivo) fuera de los playoffs. Ni siquiera la posibilidad de ofrecerle a su point guard estrella mucho más dinero que nadie iba a ser garantía suficiente para comprar su fidelidad.

Y exactamente en ese punto estamos. O seguimos. Y el tiempo juega en su contra; en el de la franquicia, que sin Kemba Walker e hipotecados con varios jugadores rindiendo muy por debajo de sus emolumentos, podrían estar abocados a convertirse en uno de los equipos más frágiles de la Conferencia Este.

Dos informaciones de dos gurús que se complementan perfectamente. La voz de alarma la acaba de dar Shams Charalina de The Atlhletic, anunciando que las negociaciones entre Hornets y Walker no sólo están estancadas, sino que se está abriendo una brecha considerable entre ambas partes en lo que concierne a su continuidad.

Apenas cinco minutos después, Adrian Wojnarowski apuntalaba para ESPN (hace dos días que ya lo dejó caer Marc Stein) el interés de un recién candidato para hacerse con el base en caso de que las conversaciones con Charlotte se rompan definitivamente. Un pez gordo. Uno que no había aparecido hasta entonces porque no tenía motivos para aparecer. Pues los Boston Certics tenían en su estantería de bases a Kyrie Irving y Terry Rozier. ¿Para que iban a interesarse por Kemba?

En unos pocos días todo ha dado un vuelco, y resulta que ahora es muy probable que ninguno de ambos continúe en Massachusetts la próxima temporada (hoy mismo hemos publicado el interés de los Knicks por Rozier); y eso urge un recambio a la altura de las circunstancias. Es decir, de los que se podrían marchar. Kemba could be the man.

Como casi siempre, los Lakers

Recordemos que hasta el momento el mayor rival de los Hornets para con Walker eran Los Angeles Lakers, que jugaban especialmente la baza del título (ya lo comentaba Sergio en su columna) para atraer al base, ya que la económica se les queda corta en comparación con la barbaridad que pueden ofrecerle en su actual equipo (221 millones en cinco años).

Si los Celtics hacen los movimientos oportunos, podrían plantarse en torno a los 30 millones de flexibilidad salarial. Lo suficiente para enfrentar (y superar, salarialmente al menos) a los Lakers en la puja. Celtics y Lakers, rivalidad eterna; también en los despachos.

(Fotografía de portada de Streeter Lecka/Getty Images)


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