Jimmy Butler es traspasado a Philadelphia 76ers

Se acabó. Un mes y casi tres semanas después de que Jimmy Butler pidiera el traspaso a su franquicia, los Minnesota Timberwolves, esta, por fin, ha encontrado un acuerdo que convenciera a todos. Y con todos nos referimos a Tom Thibodeau, el más reacio siempre a desprenderse de su estrella y quien más obstáculos ha puesto a su salida, exigiendo siempre barbaridades a cambio de su marcha.

Pues bien, los Philadelphia 76ers fueron de los que estuvieron ahí casi desde el primer minuto, tan pronto supieron que Butler quería salir. En una primera conversación, los Wolves exigieron un nombre en la mesa. Un nombre del que los 76ers no querían oír ni hablar. Ben Simmons. La conversación fue muy corta. Monosilábica. No.

El acuerdo

Y ahora, en un segundo round, conociendo las líneas rojas y con unos Wolves que han visto que el tiempo empezaba a jugar irremisiblemente en su contra (antepenúltimos de su conferencia y cinco derrotas consecutivas) les ha tocado bajarse del carro. Butler, como muchos anticipaban, se ha ido depreciando. Una oferta que no hubiese sido buena hace un mes, ahora se ha dado por satisfactoria. La bomba la desvela Adrian Wojnarowski, de ESPN, y la desgrana en primicia Shams Charania, de The Athletic.

Los 76ers reciben a Jimmy Butler y Justin Patton, y los T-Wolves obtienen a cambio a dos titularísimos como Dario Saric y Robert Covington, además de Jerryd Bayless y una segunda ronda del Draft de 2022.

Consecuencias directas

Este traspaso, a primera vista, provee varios titulares. En primer lugar que Gorgui Deng seguirá, por ahora, en Minneapolis. No ha habido manera de encasquetar su ficha en el acuerdo.

En segundo lugar, que ambas franquicias verán seriamente alterada su pizarra inicial.

‘Posible quinteto’ de Minnesota

Los Wolves, es evidente, hacen un hombre por hombre, (Covington por Butler) que implica, además, un pequeño ajuste. Aunque Butler y Wiggins son jugadores capacitados para jugar tanto de aleros como de escoltas –y así lo han hecho a lo largo de sus carreras–, desde que coincidieron en Minnesota, Butler ha sido el ‘2’ y Wiggins el ‘3’. Más que probable que ahora Wiggins vuelva a alejarse de la botella, retomando la peana de shooting guard, mientras que Covington, un jugador menos multifuncional, se asiente como ala, dado su marcado perfil de 3&D.

En cuanto a Saric, es candidato desde ya a desplazar a Taj Gibson al banquillo y convertirse en el nuevo socio de Karl-Anthony Towns. ¡Ojo al riesgo que esto implica! Towns no es Embiid ni Gibson es Saric. La amenaza de una pintura descompensada (los Wolves ganan mucho en ataque pero pueden verse desarbolados en defensa e intimidación), hace que tanto Thibs como Towns deban cambiar el chip (son el tercer equipo que más puntos de la NBA recibe en la pintura; 48,5 por partido) si quieren que el desembarco del croata tenga un impacto positivo.

‘Posibles quintetos’ de Philadelphia

En el caso de los 76ers, que como decimos pierden a dos importantes titulares en este intercambio, consiguen a un alero capaz de todo lo que hacía Covington –defender– y mucho de lo que no –infinitos recursos para anotar, liderazgo…–. En cuanto a Dario Saric, ahí tendrá un problema serio que solventar Brett Brown. El croata, además de ser el complemento perfecto de Joel Embiid, venía jugando más de treinta minutos de media por encuentro. Muchas opciones para intentar ‘tapar’ este complicado agujero. El coach puede apostar tanto por dar la alternativa a Wilson Chandler (apenas dos centímetros más bajo que Saric) como confiar en Mike Muscala como ‘4’ abierto… o incluso alinear un quinteto de altura (algo menos probable) dando entrada a Amir Johnson.

¿A qué renunció Minnesota por el camino?

El interés que ha despertado todo un two way player como Butler, a pesar de haberse destapado como un jugador de carácter indómito, ha sido más que evidente. La aldaba del despacho de Scott Layden no ha dejado de resonar. Algunas ofertas cuasioficiales y otras tan solo presuntas o inconcretas. En todo caso, estos dos son de los paquetes más sustanciosos a los que los T-Wolves han dicho ‘No’.

The Process ya es presente

Así pues, Butler, expiring pero con muchas posibilidades de renovar con Philadelphia, se convierte en la tercera cabeza de la hidra que, ya sí, presenta de manera definitiva su candidatura al trono del Este. Fin a The Process. Se terminó el esperar.

Los 76ers, tras años de inmoral tanking, se quedaron lo mejor (Simmons y Embiid) y desecharon todo aquello que no les convenció, a pesar de los desiertos que debieron cruzar para obtenerlo (Okafor, Noel, Luwawu, Carter-Williams, Grant, K.J. Daniels…).

Ahora, en una plantilla que combina juventud, experiencia y mucho talento, y con el atajo definitivo que implica acometer este traspaso –renunciando a cualquier maceración que implicara un crecimiento paralelo de Saric y Covington como necesarios peones–, ya no les queda otra que ir a por todas.

Resurge, apasionante, la Conferencia Este.


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