Hace apenas dos semanas Los Angeles Lakers conquistaban el 17º anillo de su historia. En cualquier otra temporada, este hito establecería el punto de partida de una temporada baja que se prolongaría durante cuatro meses hasta el inicio de la siguiente. Pero si algo hemos aprendido de este 2020 es que no hay cabida para la normalidad. Así, nos esperan dos meses frenéticos de cara a preparar el inicio del curso 2020-21.
Adam Silver ha anunciado su intención de arrancar la competición el 22 de diciembre, una propuesta que ahora espera al respaldo de la Asociación de Jugadores. Una fecha que reforzaría las otras dos ya definidas: el 18 de noviembre para el draft de 2020 y el 1 de diciembre para dar comienzo a los training camp.
Las franquicias se han encontrado con que el margen de maniobra para la agencia libre es mínimo. La NBA ha desechado la propuesta inicial del 1 de diciembre como fecha de inicio al coincidir con la finalmente establecida para empezar los entrenamientos. Por lo tanto, la organización ha tenido que recular inmediatamente y pensar otra distinta. Según el periodista Marc Stein, la liga está meditando arrancar la agencia libre en los dos o tres días siguientes a la celebración del draft, es decir, entre el 20 y el 21 de noviembre.
Primero, los propietarios y los jugadores deberán negociar el nuevo tope salarial (el cual podría descender entre tres y doce millones), el impuesto de lujo, el depósito de garantía y otros flecos menores. La NBA y la NBPA habían acordado extender las negociaciones hasta el 30 de octubre, es decir, este viernes. Eso dejaría un lapso de casi tres semanas hasta la celebración del draft. Así, otra alternativa que se baraja sería la de adelantar este evento para permitir un mayor margen de negociación entre equipos y jugadores. Aún así, una información procedente de ESPN sugiere que algunos agentes libres ya habrían cerrado acuerdos ocultos con las franquicias pese a rebasar notablemente los límites del tampering.
Todo lo que sea adelantar plazos le interesa a la liga, quien ha visto como su seguimiento y sus ingresos en playoffs han caído a mínimos históricos al prolongarse en exceso y coincidir con otros eventos y ligas deportivas del país. Tal es la urgencia que la NBA ha desechado el objetivo inicial de jugar con aficionados y lo que interesa ahora es usar este año como transición para intentar volver a la normalidad durante la temporada 2021-22.
(Fotografía de portada de Kevin C. Cox/Getty Images)