Ante la tempestad… calma. Houston está trazando un plan y piensa seguirlo pese a los rumores que surjan, incluso si uno de ellos señala directamente a que Westbrook quiere abandonar el equipo. Daryl Morey dejó los mandos de la oficina y los Rockets ascendieron a Rafael Stone. Mike D’Antoni se fue para que llegase Stephen Silas al banquillo. Ahora es Will Weaver, hasta ahora entrenador de los Sydney Kings de la NBL, quien aterriza en Texas para unirse al equipo de trabajo se Silas.
Son muchos cambios y es normal que alguien como James Harden sienta cierta preocupación ante un proyecto cuya dirección está por definir, pero está lejos de ser un cataclismo. Stone, quien ha trabajado durante años con Morey, supone una elección continuista en la gerencia. Silas ya ha afirmado que quiere dotar de versatilidad al sistema de juego, pero nada de revoluciones. Y bueno, la adición de Weaver no suena nada mal.
Con experiencia en la NBA como asistente de Philadelphia 76ers (2013-16) y Brooklyn Nets (2016-18), Weaver ha pasado la última temporada como head coach de los Sydney Kings, equipo al que ha llevado al mejor balance de temporada regular de la liga australiana de baloncesto, así como ha concluir como la mejor defensa del campeonato. Su paso al frente como director de orquesta le colocó como finalista al puesto de entrenador jefe de Oklahoma City Thunder. Finalmente Mark Daigneault fue el elegido y él ha optado por unirse al staff de los Rockets.
Weaver se une a un cuerpo de asistentes que cuenta también con John Lucas, Jeff Hornacek y Rick Higgins. A sus 47 años Silas vivirá en Houston su primera experiencia al frente de un vestuario. Al ser presentado recalcó que deseaba completar su cuerpo técnico con experiencia y diversidad de pensamiento. Tanto Hornacek como Lucas han dirigido equipos en la NBA. El nuevo proyecto está echando a andar a falta de saber con qué mimbres contará en el roster.
(Fotografía de Matt King/Getty Images)