La derrota sufrida este miércoles ante los Cleveland Cavaliers comprende diversas lecturas. Entre ellas, los quince triples anotados por los de Ohio, el dominio interior de Jarrett Allen (24 puntos y 17 rebotes), la falta de acierto de Damian Lillard o la imposibilidad de imponerse a ellos a pesar de contar con las delicadas bajas de Lauri Markkanen, Kevin Love e Isaac Okoro, tres piezas claves de la rotación.
Todo estas fallas forman parte del periodo de adaptación y aprendizaje intrínseco tras la llegada de un nuevo entrenador jefe. Sin embargo, lo que más desesperó a Chauncey Billups señaló al mismo problema que lastró a los Blazers durante el curso pasado: la pasividad y permisividad defensiva.
«No estamos haciendo un buen trabajo manteniendo la pelota frente a nosotros», afirmó el head coach. «Nos superan demasiado rápido. Nuestra defensa está diseñada para hacer ayudas a los compañeros, pero cuando superan a nuestro defensor, la ayuda ni siquiera ha podido llegar todavía. Y si empezamos a intentar recuperar la posición y ayudar, los equipos empiezan a anotar con facilidad. Nos ponen en una situación muy difícil.»