Ahora sí, Eric, ahora sí

Hizo temer lo peor

Lo ha puesto difícil desde el principio. Eric ha sido objeto de todo tipo de perrerías en su cuerpo, razón por la que no ha podio desarrollar todo su potencial en una liga tan exigente físicamente como la NBA. Una carrera marcada más por el tiempo que se ha pasado fuera de la cancha que por el que ha permanecido dentro.

Ah, y otro detalle tétrico. ¿Sabéis a quién sucedió Gordon en Indiana como MVP? Al pobre Greg Oden, el peor espejo en el que mirarse en lo que a tratamiento del cuerpo se refiere. Un drama.

Se lesionó hasta en la liga de verano previa a su debut oficial como jugador profesional. Su cuerpo no le daba un respiro ni en las pachangas.

Como decía, una primera temporada sin contratiempos. Jugó 78 de los 82 partidos pactados, faltó a cuatro por problemas menores en un hombro. A partir de ahí, la oscuridad se cierne sobre él y empieza a perder regularidad y ritmo. En su segunda temporada apareció toda una ristra de pequeñas lesiones que aumentaron el número en encuentros a los faltó, 20. Y en la siguiente aumentó aún más, a 26, tras un problema en la muñeca derecha que se le reprodujo más tarde.

Salió de Los Ángeles tras tres años siendo el líder anotador en los partidos que había jugado pero sin la sensación de haberlo podido dar todo por culpa de la falta de continuidad. Y lo peor estaba por llegar.

En 2011 llegaba a Nueva Orleans como base, con intención de suplir a Chris Paul. Nada más comenzar, lesión de rodilla. Se estipuló una baja de periodo corto, pero acabaron siendo 57 partidos (y en aquella temporada de lock-out). Y en 2012, tras haber vuelto y ser seleccionado para entrenar con la selección estadounidense que iba a los Juegos Olímpicos de Londres, volvió a recaer de esa lesión en la rodilla derecha. Se perdió los primeros 29 partidos de aquella temporada.

Con Anthony Davis ya de por medio, los focos comenzaron a alejarse de él. Seguía con los números de casi siempre, pero faltaba a muchos partidos. En la 2013/14 fue una tendinitis en la rodilla izquierda, la «buena»: 18 partido fuera. En la 2014/15 fue el labrum del hombro: 21 partidos fuera. En la 2015/16, una cirugía por fractura en uno de los dedos de su mano derecha: 37 partidos fuera.

Y este pasado verano dejó Nueva Orleans. De nuevo, con una sensación más agria que dulce. En sus cinco temporadas en la franquicia se perdió el 45% de los partidos, una auténtica barrabasada para cualquier jugador que trate de encontrar la estabilidad. Y todo esto no es porque sea un veterano curtido en mil batallas, que a día de hoy «sólo» tiene 28 años. De las circunstancias inevitables más difíciles de digerir en la actual NBA.

La redención

Esta temporada sí que sí. Lo está haciendo (casi) todo bien, en un nuevo rol para él: salir desde el banquillo. Es una de las temporadas en que menos minutos está jugando por partido, 30’6, pero eso no repercute en su producción. De hecho, ayuda.

D’Antoni le quiso ahí para reforzar la defensa de Harden con Beverley y dar más aire al ataque de la rotación. Con lo que juegan estos Rockets, a triples y más triples, necesitan francotiradores por todos los flancos, y Gordon es el tirador de referencia en ese aspecto.

Y por fin en un equipo que aspira a algo grande. Durante su carrera ha ganado uno de los escasos nueve partidos que ha disputado. Para este año el objetivo es mucho más ambicioso y está respondiendo como nunca, dejando claro que puede hacerlo muy bien en los grandes escenarios.

En cuanto a los números, son 17,8 puntos por partido. En el reducido de 36 minutos, están en career-high en rebotes (3,2) y tapones (0,6), faceta en la que también aporta. En los datos avanzados podemos comprobar cómo ha mejorado también en el porcentaje de pérdidas (10,3%), debido al ‘catch & shoot’ que utilizan con él en ataque, el porcentaje efectivo de tiros de campo (56,3%) o el ratio de eficacia por minuto (16,1), sólo superado por el que hizo en 2011.

Está luchando con Lou Williams por ser el máximo anotador como suplente (696 puntos), y con Stephen Curry por ser el máximo triplista de la temporada (145). Luchas adicionales para una campaña de venganza contra sí mismo que ya es exitosa.

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Houston Rockets ha jugado 41 partidos y él sólo se ha perdido dos, los dos últimos. Toquemos madera, que hay jugador para rato.

Para Harden, uno de los candidatos al MVP, Gordon debería ser seleccionado para el All-Star Game. Y desde ya opta a ser premiado como Sexto Hombre del Año. Sea así o no, el sello de Eric empieza a ser visible a todas luces.

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