Las apariencias engañan. Tras lo visto en estos playoffs, choca ver que Boston, tras necesitar 13 de los 14 partidos posibles para eliminar a los Bulls y a los Wizards, tenga factor cancha ante los invictos Cavaliers de LeBron James. Este es el precio que Cleveland tendrá que pagar por su mal final de temporada regular. Pese a ello, el equipo de Tyronn Lue parte como claro favorito para proclamarse campeón del Este por tercera temporada consecutiva, lo que sería de paso el séptimo viaje seguido de LeBron James a las Finales NBA.
Desafío y prueba
Si se cumplen los pronósticos y Cleveland elimina a los Celtics, sería un aperitivo perfecto ante unas hipotéticas Finales NBA contra los Warriors. Algunas de las virtudes de Boston son comunes para Golden State, particularmente su movimiento de balón. El equipo de Brad Stevens lidera la NBA con 27,3 asistencias por partido en estos playoffs, seguido de los Warriors con 26,8, y reparte 2,0 asistencias por perdida, solo ligeramente superados por los 2,1 de Golden State.
Pero, por supuesto, los Celtics no tienen el arsenal ofensivo del equipo californiano. Sus 110,8 puntos por 100 posesiones en estos playoffs suponen la peor eficiencia ofensiva de los cuatro supervivientes. Su dependencia del triple (35,1 intentos por partido, solo por debajo de los eliminados Rockets en post-temporada) es mayor que la de unos Cavs que, para colmo, promediaron un colosal 43,4% desde fuera del arco en primera y segunda ronda.
El factor James
Y, por supuesto, LeBron James es todavía el factor diferencial de estos playoffs. A 4 minutos de alcanzar los 50.000 en la NBA, pero con 9 días de descanso tras eliminar a Toronto en segunda ronda, el alero de 32 años parece estar en el mejor momento de forma de su carrera, promediando 34,4 puntos (su máximo desde 2009), 9,0 rebotes y 7,1 asistencias en post-temporada, con un 46,8% en triples (mejor marca personal).
Los Cavs ni siquieran han necesitado la mejor versión de Kyrie Irving y Kevin Love, quienes han visto desde el banquillo algunas exhibiciones de LeBron James para decidir partidos en el último cuarto. Los Celtics tendrán que confiar en sus sólidos defensores de perímetro como Avery Bradley y Jae Crowder para minimizar el efecto de James, pero no parece haber ninguna capaz de evitar que tome el control de la eliminatoria cuando lo considere conveniente.
El presente contra el futuro del Este
Pero no todo es negativo para Boston. Isaiah Thomas sigue siendo un jugador capaz de ganar algún partido con una noche mágica, y ha dado un interesante paso adelante como distribuidor (9,3 asistencias en sus últimos tres partidos). Avery Bradley ha sido quizás el jugador más consistente de los Celtics en estos playoffs, y la rotación de Brad Stevens tiene suficiente potencial a ambos lados de la cancha como para castigar los breves descansos de LeBron James.
Los Cavs parten como favoritos, sin descartar ni siquiera un 4-0 que les lleve invictos a las Finales NBA. LeBron James se ha ganado el privilegio de partir como el rival a batir, siempre y cuando no tenga enfrente a la constelación de estrellas de las que dispone Golden State. Para los Celtics, sin descartar el milagro en un equipo que ha hecho de su corazón su mayor virtud, estas Finales de Conferencia serán en todo caso una valiosa fuente de experiencia para el futuro. Con un potencial de mejora tanto interna como externa casi ilimitado, el proyecto a largo plazo de Brad Stevens no ha tocado techo todavía.