Los Chicago Bulls han completado en las últimas horas una doble operación con el claro objetivo de reforzar su cuerpo técnico. Según una información procedente de los periodistas Adrian Wojnarowski y Shams Charania, la franquicia de Illinois incorporará a Maurice Cheeks y Josh Longstaff al equipo de trabajo de Billy Donovan.
La contratación de Cheeks se ha producido por petición expresa de Donovan, quien ha recibido carta blanca para confeccionar su staff técnico. Ambos compartieron sus últimas cinco temporadas en el banquillo de los Thunder. Previamente había sido entrenador jefe en Portland (2001-2005), Philadelphia (2005-2008) y Detroit (2013-2014). Su voz serena dentro del vestuario y su dilatada experiencia como entrenador servirá ahora al recientemente nombrado nuevo técnico de los Bulls.
Por su parte, Longstaff ha protagonizado una reciente estancia de dos temporadas en Milwaukee a las órdenes de Mike Budenholzer, elegido Mejor Entrenador del Año del curso 2018-19. Además de en Winsconsin, Longstaff ha sido asistente en los Knicks y los Thunder, así como head coach de los Erie Bayhawks de la G-League.
Ambos suponen los dos movimientos más recientes de la profunda y extensa renovación estructural protagonizada en las oficinas de los Bulls. Una transformación que dio comienzo con la contratación de Arturas Karnisovas como vicepresidente de operaciones y de Marc Eversley como gerente general.
De este modo, en Chicago esperan protagonizar una metamorfosis después de tres temporadas con saldo negativo. En el último lustro, Fred Hoiberg y Jim Boylen solo han conseguido una aparición en playoffs para los de Illinois, solventada con eliminación en primera ronda (2017).
Ahora, tanto Cheeks como Longstaff se unirán a Donovan para manejar una plantilla repleta de jóvenes talentos a la que esperan poder sacar el máximo rendimiento.
(Fotografía de portada de David Ramos/Getty Images)