Dice el refranero que cuando algo funciona, mejor no tocarlo.
Los Cleveland Cavaliers avanzan por la temporada como kilómetros devoraba Mick Doohan en su Honda NSR. A ritmo de pole por vuelta y sin inmutarse por lo que hagan los que van detrás.
Anoche vencieron con autoridad a los vigentes campeones de la Copa, unos Bucks que están de vuelta y reingresan en el catálogo de aspirantes a competir por el anillo. Pero ni con un sublime Giannis Antetokounmpo pudieron con el líder de su Conferencia, que fluye en lo colectivo como agua de montaña (124-101).
A esa rotación de Kenny Atkinson, pura seda, se unió ante Milwaukee y desde la segunda unidad, un jugador que debutaba en esta campaña, pero que la pasada fue el segundo triplista de referencia del equipo y el único de toda la plantilla en disputar los 82 partidos de RS. Los 82 como titular: Max Strus.
Con una dura lesión de tobillo justo en los albores del curso, ha estado viendo cómo sus compañeros imponían su ley mientras él cumplía plazos en su recuperación. Ayer por fin pudo salir y sumar: lo hizo con 9 puntos, 2 asistencias y un 3 de 8 en triples en 19 minutos de juego y un +20 de net rating.
¿Tirador… metedor?
A estas alturas, aún hay dudas de qué clase de tirador es Max Strus, y cómo de eficiente puede ser en unos Cavs que tienen el listón de la exigencia bastante más arriba que el año pasado. Los de Ohio van a por todas, y Atkinson sólo dará pábulo en su pizarra a quienes sepan amortizarla.
En sus dos años de college con los Blue Demons de la Universidad de De Paul, fue un triplista del 35%. Bagaje corto para ser elegido en el Draft, pero suficiente para hacerse hueco en las Ligas de Verano, donde su 45% en triples llamó la atención de los Celtics, que vacilaron, no obstante, a la hora de hacerle su primer two-way contract, permitiendo que los de casi siempre, los Miami Heat –que miran donde otros sólo ven– se lanzarán de lleno a por él.
La cultura Heat corre por sus venas
Tuvieron paciencia (13 partidos de G League en la 2019/20 y un 30,8% en triples), y poco a poco se fue abriendo espacio en la rotación de Spoelstra con rachas de tiro y fenomenales intangibles, hasta que explotó en la 2021/22, donde acompañó sus buenos fundamentos con un 41% de triples en 6,5 intentos.
En playoffs, sin embargo, no dio la talla, presa de la inconsistencia. Pero algo muy especial tuvieron que ver los Cavaliers para que en julio de 2023 le firmaran la salvajada de 62 millones y 4 años a un jugador que venía de sobrevirir entre contratos de carácter dual.
En su primer año en Ohio apenas logró salvar su nuevo estatus salarial, que no se justificó desde el triple (35,1% a razón de casi siete intentos por noche de partido; una efectividad mediocre para un jugador cuya razón de ser es abrir la cancha y castigar en spot up) sino desde su desenvolvimiento táctico (mucho de ello asimilado de su etapa en los Heat), donde suele ir dos pasos por delante de sus compañeros.
Jugador – entrenador
Como reciente ejemplo de ello, está la anécdota que se dio hace apenas unas semanas en pleno encuentro ante los Charlotte Hornets.
Los Cavs estaban pasándolo mal, permitiendo a su rival anotarles 40 en el tercer cuarto. Entonces Strus se arremangó el cortavientos, agarró la pizarra y empezó a dar instrucciones para reajustar una defensa que se estaba viendo superada. En la última manga, los Hornets se quedaron en un 6 de 21 y los Cavs ganaron el partido.
«Estamos aprendiendo continuamente de él incluso cuando no juega. (Strus) enfatiza en la importancia de nuestras zona defensivas durante las sesiones de video, señalando activamente áreas en las que necesitamos mejorar. Es alentador ver todo el conocimiento que nos aporta. ¡Definitivamente, ‘el entrenador Max’ sabe lo que se hace!» decía Darius Garland al término del duelo.
«La zona fue excepcional; un esquema bien ejecutado. Un agradecimiento especial a Max Strus por liderar este enfoque», añadió Jarrett Allen. «Efectivamente asumió un papel de entrenador, guiándonos sobre posicionamiento y estrategias defensivas.»
¿Ajustar o trastocar?
Actualmente, Atkinson maneja una rotación habitual de once jugadores, y de la que sin duda ahora Strus empezará a formar parte; veremos en detrimento de quién (¿menos minutos a Wade, Merrill, Jerome u Okoro?).
Y veremos, sobre todo… si para bien.
(Fotografía de portada de Ken Blaze-Imagn Images)