2017: los 30 propósitos para los 30 equipos

Dentro de unas horas comienza un nuevo año, 2017, donde podremos seguir disfrutando de una de las épocas más excitantes que ha dado la NBA en toda su historia.

Aquí repasamos algunos de esos clásicos propósitos de Año Nuevo que cada una de las 30 franquicias puede tener en mente para mantener o mejorar su situación actual esta temporada.

30×30

-Philadelphia 76ers- ¡Movimiento ya! La situación sigue siendo la misma, ya la repasamos aquí. Tienen piezas para hacer más, pero no encajan entre sí. Aún sin Ben Simmons en juego, parece clarísimo e inminente que uno de los pívots será incluido en un traspaso (y Nerlens Noel tiene todas las papeletas). Con esas dos premisas debería empezar a descongestionarse la situación en un equipo que, una temporada más, vuelve a autoexigirse poco.

-Brooklyn Nets- Brook López como epicentro. Resulta curioso que, siendo el único que pica piedra y saca rédito todos los partidos, sea sobre el que siempre está el yugo del traspaso. Es incluso indigno. El proyecto pasa por él también y Kenny Atkinson lo sabe. Hasta que llegue el verano, poco se va a mover en el Barclays Center.

-Phoenix Suns- Volver a recuperar a los jugadores. Los Suns son un equipo peculiar, con buenos elementos pero poca química entre ellos. En es deben trabajar, en volver a ser un equipo que, si bien no tiene consistencia, pueda ir dando algún susto a rivales de entidad. Los Tucker, Chandler, Dudley y -sobre todo- Knight ya no destacan por actuaciones individuales de poder.

-Miami Heat- Que se centren en Whiteside. Con la plantilla que tienen, bastante hacen. Es la sensación que está quedando. Y que la marcha de Wade sigue dañando, sobre todo al espíritu de equipo y afición. Por eso, además de un líder dentro del campo como puede serlo Goran Dragic, necesitan uno en vestuarios. Siga o no Dragic, que tampoco está claro, Whiteside es el hombre a desarrollar, tanto en su faceta de juego como en la de voz autorizada.

-Dallas Mavericks- Dirk marca el rumbo. Otro caso Bryant. Los últimos coletazos de Nowitzki están aproximándose y con ello se produce una asquerosa causa-efecto: pese a lo mucho que ha dado, nada cambiará hasta que él no se vaya. La idiosincrasia de esta liga es así. En lo que el ’41’ se despide, Barnes toma nota de cómo hay que hacerlo.

-Minnesota Timberwolves- El trío que parece pero no hace. Towns, Wiggins y LaVine. Jóvenes, atrevidos y buenos. Cada uno, en lo suyo. Lo que no queda claro es si se entienden. Están haciendo números históricos para su edad, pero eso no se transmite en más victorias para unos Wolves que siguen desesperando a sus fans.

-Los Angeles Lakers- Walton abraza el largo plazo. Desde aquel 10-10, se han hundido. Y tampoco es una catástrofe. Eso habían sido las temporadas anteriores, en esta no importa tanto el llegar o no a los Playoffs sino ir sumando victorias, cazando talento y ayudando a los nuevos a mejorar.

-New Orleans Pelicans- Seguir moviendo la plantilla al son de Davis. El equipo está encallado en el puerto, no se puede mover. Logran ganar muy de vez en cuando, pero sólo brilla La Ceja. En los pequeños cambios irá el progreso, en armar un equipo de garantías en torno a Anthony Davis. El actual período de traspasos puede ser una nueva oportunidad para mejorar.

-Portland Trail Blazers- ¿Una vuelta atrás en el tiempo? Cómo empeorar tanto de una temporada a otra. Y con una plantilla muy parecida. Y el mismo entrenador, que además es uno de los mejores. Mucho que analizar en Oregón. Con irse unos meses atrás en el tiempo hallarán alguna respuesta a este desaguisado.

-Denver Nuggets- Aclararse con tanto jugador aprovechable. El overbooking en los Nuggets empieza a ser incompatible con la vida (deportiva). Chandler, Arthur, Barton, Faried, Jokic, Nurkic, Gallinari por un lado, Harris, Mudiay, Murray, Nelson por otro. No hay minutos para todos. Algún intercambio de más por menos en el mercado no es descartable.

-Sacramento Kings- Que Divac dirija otra revolución. Ya que se ve que Joerger necesita ayuda, qué mejor que alguien con experiencia como Divac. Personalidades peculiares como la de Cousins, jugadores buenos pero no excelentes como Gay… Lo curioso es que aquí hay un conjunto muy bueno de jugadores pero no hay equipo. Otro de los equipos con los que contar para ese trade deadline de febrero.

-Orlando Magic- Más tiro exterior. Curiosamente, se ha ido Oladipo y el equipo se ha vuelto más físico. Los porcentajes de tiro han ido decayendo, algo que ha sido capital para en la mayoría de las derrotas. Vucevic, Ibaka y Biyombo, con Payton y Gordon, conforman un equipo mucho más fisico pero con menos agilidad en la muñeca. Más jugadas para Fournier o Meeks y algún fichaje en forma de francotirador no iría mal.

-Detroit Pistons- Leuer o Harris. La mejora de Jon Leuer le ha hecho titular, pero es algo que condiciona en demasiada manera la forma de jugar de los otros titulares. Quizá Van Gundy deba reconsiderar la decisión, sabiendo además que Tobias Harris sigue en buenos promedios.

-Indiana Pacers- ¿Y ahora, qué? C.J. Miles sigue siendo poderosísimo desde el banquillo, George continúa con sus destellos de estrellón y Teague por fin ha encontrado su sitio en el equipo. ¡¡Si hasta McMillan quiere jugar a la ofensiva!! ¿Y por qué no funcionan? No destacan ni en ataque ni en defensa, no hay definición.

-Washington Wizards- A centrarse en lo que saben. Ya lo vimos aquí. Los Wizards tienen una sola marcha que no pueden cambiar. Más allá de cambios que son necesarios, que sigan así hasta que estos lleguen. Sin ningún brillo están sacando petróleo con algunas victorias inesperadas. Igual no les da para llegar a Playoffs, pero sí para mantener el tipo.

-Chicago Bulls- Hoiberg se diluye. Qué pronto se ha acabado la paciencia con él. El año pasado ya había murmullos en el United Center, porque había equipo pero no salían los resultados. Este año, en el primer tercio de la temporada ya se duda de su capacidad para hacer funcionar la plantilla: Rondo, deshecho; López, desquiciado; Mirotic, más fuera que dentro; McDermott, sin confianza; Wade, sin saber cuál es su papel.

-Milwaukee Bucks- Esperando a Middleton. Los jóvenes de los Bucks, Antetokounmpo y Parker, está progresando a velocidad de crucero. No son sólo highlights, son buenas y completas actuaciones, pero individuales. El espíritu de Middleton, actualmente lesionado, es el que deben seguir: fuertes detrás, potentes delante.

-Atlanta Hawks- Sobrevivir a Howard. En ‘Lo que el verano se llevó’ comenté la pifia cometida por los Hawks al cambiar a Horford por Howard, un pívot de un corte muy distinto. No es lo que necesitan. El haber progresado en la faceta reboteadora le ha servido exactamente para… nada. El juego de combinación ha quedado en desuso en estos Hawks y eso deben recuperar. Millsap de ‘5’ no suena mal.

-New York Knicks- Dejar que Rose se encuentre a sí mismo. Muchos cambios han venido en 2016 en la Gran Manzana. La llegada de Derrick Rose supuso incertidumbre. En el nuevo y renovado esquema de Hornacek, el cual está dando sus frutos, Rose es el único que no logra acertar a saber qué hacer. El reto, tanto de jugador y compañeros como de cuerpo técnico, es adivinar cómo puede volver a ser decisivo (una vez ha pasado de largo el fantasma de las lesiones) en el esquema de un equipo que quiere ser ganador.

-Charlotte Hornets- Apuesta por la todología. La versatilidad de Walker, Kidd-Gilchrist, Williams o Batum es algo que no es fácil encontrar con tanta abundancia en un mismo equipo. La falta de puntería, de magia o de calidad se puede suplir con más rebote, más robos, más ritmo o más intensidad. Clifford continúa en esta línea positiva, poco que tocar en una estructura bastante recia.

-Boston Celtics- Más desarrollo de banquillo. Brad Stevens sigue cogiéndole el pulso a un equipo que promete mucho. Lo único que achacarle a este progreso es el poco papel que están teniendo los jugadores que salen como suplentes en esta subida de nivel. Marcus Smart, Gerald Green o Jaylen Brown merecen más carnaza.

-Oklahoma City Thunder- Controlen a Westbrook. Es lo que le falta para ser perfecto. Esos partidos en los que dirige y anota con precisión son los que le harán MVP, no en los que se toma decisiones erróneas o sólo para sumar en la estadística. Porque por ahora pinta bien para ellos.

-Utah Jazz- Sólo queda que todos estén al 100%. El equipo que más promete. Todos les ponen como ejemplo de franquicia que ha sabido tratar a jóvenes a medio plazo para que mejoraran al ritmo que lo hacía el resto del equipo, lo que les ha llevado a tener unas altas expectativas. Lo que les queda es que les respeten las lesiones y que Hayward o Hill, que han pasado problemas en este final de 2016, puedan estar a tope.

-Memphis Grizzlies- Sobrevivir al físico. Soy de los que piensa que los Grizzlies van a sucumbir a la larga temporada que les espera teniendo en cuenta la edad de sus estrellas, que la suma de victorias vaya aminorando a la vez que avanzan los meses. Ojalá me equivoque y no sea así, su historia lo merece. De momento, se están encargando de quitarnos la razón a mí y a unos cuantos más.

-Toronto Raptors- Más DeMarre Carroll. Lo están haciendo muy bien un año más. A la pareja que forman Lowry y DeRozan, eso sí, le hace falta un desatascador cuando las defensas se cierran sobre ellos y tiran por tirar. El aporte exterior de Carroll, el cual servía y de mucho en Atlanta, podría ser un arma más en el arsenal.

-Los Angeles Clippers- A rezar por la salud. Hay que tomárselo con filosofía. Servidor les dedica un artículo y caen en picado. Y encima parece que las lesiones atacan de nuevo. Todo en contra. Para el nuevo año deberían cambiar de equipo médico, a ver si así pueden jugar sin taras de una vez.

-Houston Rockets- Atacar el Oeste con armas de verdad. En 2015 llegaron a luchar por entrar en las Finales y lo hicieron nadie sabe muy bien cómo. Ahora sí hay estructura (D’Antoni is in da house), hay estilo (a triples desde la dirección de Harden), hay libertad para la estrella (ya no está su amigo Howard) y hay una plantilla que promete (con Gordon recuperado para la causa). Y encima son bonitos de ver. Mucho ojo con ellos.

-Cleveland Cavaliers- Así, todo en orden. ¿Para qué tocar algo que funciona? Se moverán en el mercado para paliar las lesiones de Smith y Andersen, pero más allá de eso el equipo está en un punto de seguridad, compenetración y competitividad superlativo. Si todo sigue así, junio es lo siguiente.

-San Antonio Spurs- Adaptando su estilo. La llegada de Gasol ha afectado a los Spurs. Ha recolocado los sistemas, algo que Popovich debe seguir trabajando. Y los rivales le han pillado el tranquillo a la defensa con Kawhi Leonard, lo cual supone otro inconveniente. Tras un comienzo de temporada dubitativo, están empezando a mostrar el rodillo, lo cual habla a las claras de la fortaleza de esta idea de juego.

-Golden State Warriors- El ‘superteam’ es el mayor reto. Es la historia a escribir, así lo han propuesto ellos mismos. Una dinastía por construir que ya tiene los cimientos. ¿Sabrán resistir la presión por ganar? La respuesta la tendremos en junio, pero no está de más disfrutarles por el camino.


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